La explosión que se registró en Beirut conmovió al mundo. La capital del Líbano está atravesando las horas más difíciles de los últimos tiempos y las noticias recientes provenientes del exterior aseguraron que el saldo hasta el momento es de al menos 135 muertos y más de 5.000 heridos.
La potente detonación, equivalente a un terremoto de 3,5 grados en la escala de Richter, dejó calles repletas de vidrios y escombros, junto a decenas de desaparecidos, y la amenaza de que se establezca la mayor crisis económica del país en las últimas décadas.
Según publicó LBCI Lebanon News en su edición digital, el estadio del club Antranik de Dbayeh, fue una de las entidades deportivas más afectadas, y las imágenes muestran los destrozos que cayeron sobre la cancha de básquet, conformando una de las tantas postales que dejaron las detonaciones en Beirut.
En este sentido, figuras mundiales de la jerarquía de Kylian Mbappé, Gareth Bale, Mohamed Salah, Raheem Sterling, Riyad Mahrez, Franck Ribery, Lewis Hamilton, Charles Leclerc, Carlos Sainz, Nasser Al-Attiyah, Luka Doncic, Pierre Gasly y George Russell se manifestaron en las redes sociales en señal de apoyo a la tragedia.
Mientras tanto, vuelos de ayuda internacional arribaron al lugar de los hechos, donde el estallido dañó a tantos edificios que el Gobierno local advirtió que cientos de miles de personas podrían estar afectadas al no ser capaces de volver a sus hogares por dos o tres meses.
Gran parte del centro de la ciudad de más de 1 millón de habitantes quedó sembrada de escombros, vidrios que cayeron desde las fachadas de los edificios y numerosos vehículos dañados.
Por su parte, el ministro de Salud, Hamad Hasan, informó que los muertos ya ascienden a 135 y los heridos superan los 5.000, y no descartó que las cifras continúen subiendo en las próximas horas, según las declaraciones brindadas al canal local Al Manarla.
Las primeras hipótesis se basan en las afirmaciones de las autoridades gubernamentales referidas a la causa de la tragedia. Se estima que un incendio en un depósito del puerto que contenía almacenadas desde 2013 2.700 toneladas de nitrato de amonio, que habían sido confiscadas, fue el principal detonante del suceso que conmovió al planeta; pero aún no está claro qué pudo desatar el fuego inicial.
La detonación fue la más potente que se haya registrado en la ciudad, que estuvo dividida durante la guerra civil que desangró al país entre 1975 y 1990 y que ha soportado bombardeos del vecino Israel y grandes atentados con explosivos.
Familiares de los desaparecidos suplicaban por las redes sociales información sobre sus seres queridos, mientras que locutores de radio leían los nombres de heridos o personas cuyo paradero seguía sin conocerse.
Si bien el Gobierno ha prometido ayuda social, sus recursos económicos son escasos, y la tragedia amenaza con caldear el ánimo local en un país sacudido recientemente por las protestas establecidas contra todas las facciones políticas, incluyendo el grupo islamista Hezbollah.
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