Hristo Stoichkov, el búlgaro ex jugador del Barcelona y Balón de Oro en 1994, dialogó en exclusiva desde los Estados Unidos con Infobae, se refirió al presente de su ex club, fue muy duro con el VAR y contó que se comunicó con Riquelme hace diez días.
-Usted que fue estrella y que jugó tantos años con esa camiseta, ¿qué cree que le está pasando al Barcelona?
-Lo que le pasa no es nada raro. Se gana y se pierde y ahora le tocó perder la Liga luego de tantos años de ganarla. Muchos creen que hay una crisis por eso, pero es normal no ganar alguna vez. Lo que creo que ocurre es que el club debe darse cuenta de que se trata de un plantel muy veterano en edad promedio y entonces tiene que proyectar para dentro de uno o dos años, porque si no en un futuro cercano habrá más problemas. Pero hay que tener en cuenta de que la Liga Española es para dos equipos nada más, el Barcelona y el Real Madrid, que le suelen sacar cada temporada más de 20 puntos al tercero. Ahora le tocó al Real Madrid.
-De fondo, ¿qué problemas ve en el Barcelona?
-Tiene que tener una estructura bien preparada. No se puede cambiar el estilo porque en este club es una marca registrada, pero al mismo tiempo hay que tratar de ver bien cómo se lo puede conservar. Nosotros, cuando tuvimos como entrenador a Johan Cruyff en los 90, tuvimos que cambiar de posiciones siendo en muchos casos los mismos jugadores. Creo que este Barcelona necesita jugadores más rápidos, tiene que tener jugadores para romper la salida de los rivales o sus defensas, como nosotros teníamos a (Andoni) Goikoetxea, (Michael) Laudrup, a (Txiki) Begiristain, o a mí mismo. Pero si arriba estarán solamente (Lionel) Messi o (Luis) Suárez, va a costar mucho más.
-¿Qué se hizo mal en esta temporada?
-Yo creo que la pandemia le hizo mal al Barcelona porque llegó al regreso en igualdad de condiciones con el Real Madrid, pero tuvo dos resultados muy malos como el empate en Vigo ante el Celta y el del Camp Nou contra el Atlético Madrid. Fueron cuatro puntos decisivos que se perdieron y ahora le queda la Champions League en la que los equipos son mucho más agresivos y preparados. No es lo mismo que la Liga Española. Y además viene de dos golpes duros en las anteriores competiciones europeas.
-Claro, sufrió dos remontadas en las últimas dos temporadas.
-En Roma, hace dos temporadas, se vio a un equipo que no podía levantarse. Otra vez pasó el año pasado ante el Liverpool porque ese 3-0 de la ida en el Camp Nou fue un resultado “trampa”. Yo lo advertí porque después de eso todos se veían ya en la final de Madrid, que además era como jugarla en casa, con un campo en el que el equipo estaba acostumbrado a jugar por la Liga, pero en Anfield, en la revancha, hubo una mentalidad perdedora. La cara de los jugadores lo suele decir todo y en ese caso, así fue, y otra vez les remontaron y se quedaron afuera.
-¿Así que usted puede deducir lo que le pasa a un jugador por su cara?
-Cuando no estás concentrado, suele pasar eso.
-¿Entonces este plantel del Barcelona es perdedor?
- Yo no digo eso. El Barcelona se gastó mucho dinero en fichajes, pero los jugadores no tienen la culpa. ¿Qué culpa se le puede echar a (Antoine) Griezmann, campeón del mundo con Francia? (Ousmane) Dembélé tiene 20 años y mucho que aprender. Le falta alguien que trabaje con él. Creo que al Barcelona le faltan entrenadores que hagan un trabajo específico por línea. Yo tuve la suerte de haber tenido a Cruyff, que era un maestro. Falta algo así. Me pregunto quién va a pagar ahora 120 millones de euros por Dembélé, o por Philippe Coutinho, por los que el Barcelona pagó una fortuna. Pero el equipo no es perdedor, ganó muchos títulos en la década. Lo que necesita es un recambio.
-¿Y entonces, siendo así, quién cree que tiene que ser el entrenador futuro del Barcelona? Porque todo indica que si no gana la Champions League, no parece que Quique Setién vaya a durar mucho.
-Da igual quién venga. El tema es no cambiar el sistema. Quieren inventar cosas y en el fútbol ya no se puede inventar. Son once jugadores de cada lado y una pelota y, como hacía Cruyff, hay que poner al que está mejor en cada momento. Ahora si de lunes a viernes no hacés nada, es imposible tener un rendimiento en el partido. Y tampoco puede ser que en esta etapa de su carrera, Messi juegue cincuenta partidos por año. Tiene que rotar y descansar, igual que Suárez, (Jordi) Alba o (Sergio) Busquets.
-Muchos se quejaron también de la incidencia del VAR en la definición de la Liga, con muchos penales dudosos y continuos al Real Madrid.
-A mí me gusta el VAR, pero creo que los árbitros están muy vagos, muy poco concentrados en las jugadas. Están atentos a la gomina, el corte de pelo, la ropa de colores. En Inglaterra, Italia y España están pasando cosas raras con los arbitrajes. Hay decisiones extrañas que se toman porque son muy mediocres y no saben nada de fútbol. Los que están detrás del VAR, en la cabina, ¿con qué dignidad salen luego a explicar lo que cobraron? No entiendo por qué no hay un ex jugador, un defensor o un delantero, entre los que deciden si hubo penal o fuera de juego, alguien que pueda conocer si te empujaron a propósito o no en una jugada antes de que te saquen una tarjeta por una falta que no existió. ¿Un árbitro sabe mejor que yo lo que pasó en una jugada? Pero no les interesa. En la última fecha de la Liga, no le dieron un claro penal al Leganés, que se jugaba la salvación del descenso ante el Real Madrid y el árbitro ni siquiera va a ver la pantalla a ver si fue penal porque se conforma con lo que le dicen desde la cabina.
-Llama la atención la cantidad de veces que los árbitros no toman decisiones por sí mismos. En el último Mundial, en la conferencia de prensa, Pierluigi Colina y Massimo Busacca, los máximos responsables del Comité Arbitral de la FIFA, recomendaron taxativamente que los árbitros vayan a consultar la pantalla por una cuestión psicológica de que sientan que las decisiones finales son propias.
-Si se congela la imagen en la jugada de la expulsión de Ansu Fati en el Barcelona-Osasuna, que me expliquen estos fenómenos en qué momento el chico hace la falta cuando el defensor pone el pie y en ningún momento él va mal hacia la pierna del rival, que cae lesionado y el árbitro tiene que decidir en tres segundos. Es preocupante porque los árbitros son vagos. En su momento ya expresaron su preocupación sobre esto entrenadores como Josep Guardiola o José Mourinho. Los árbitros no están preparados, y entonces empiezan con las especulaciones cuando estudian las imágenes en la repetición: “Míralo tú”… ”Me parece”… El problema es que no hay preparación. Y eso pasa en el ámbito de la Liga, de la UEFA, de la FIFA…
-Volviendo al Barcelona, ¿cree que así como están las cosas, Messi se puede llegar a ir?
-Messi es un mito, el más grande jugador de fútbol, pero como todos, necesita gente que lo pueda ayudar, necesita saber qué sistema se va a utilizar, pero no se ilusionen en Sudamérica porque va a acabar su carrera en el Barcelona. Él nació en la Argentina pero tiene el ADN del Barcelona. La comisión directiva se aferra a Messi pero tiene que hacer un esfuerzo para mejorar al equipo. Cuando mejor equipo, más feliz será Leo. Este es un mensaje clarito que les doy a los dirigentes.
-¿Pero Messi va a querer seguir con estos dirigentes con todos los problemas que hay en el club y con el plantel?
-Por eso es que ninguno de estos dirigentes va a estar el año que viene, luego de las elecciones. No creo que ningún socio vaya a votar por esta comisión directiva con todo lo que ya se descubrió. De todos modos, cuando yo era jugador, lo que pasaba con los dirigentes no me afectaba. Me dedicaba a jugar al fútbol, aunque no sé cómo afecta eso hoy.
-Muchos creen que el fuego se puede apagar con la llegada de Xavi Hernández como entrenador si no se gana la Champions en agosto.
-Xavi no va a venir ahora. El año que viene, sí, pero con esta comisión directiva, no creo. Lo dijo claramente: quiere quedarse un año más en Catar, armar con tranquilidad su cuerpo técnico.
-¿Y entonces, quién cree que debería ser el DT del Barcelona?
-Hay muy buenos DT que pasaron por el Barcelona pero que han sufrido mucho, les han hecho la vida imposible. Allí la prensa escribe lo que quiere. Muchos jugadores se fueron mal del Barcelona y yo mismo, no me fui bien, pero lo más importante es el socio, la gente, a la que no hay que mezclar en esto. La gente es humilde, querida, ama al club. El público azulgrana va aparte de todo lo que hablamos, pero los dirigentes piensan en otras cosas.
-Entre los jugadores que se fueron mal o que no pudieron triunfar en el Barcelona está Juan Román Riquelme. ¿Por qué cree que sucedió eso?
-Mejor es que lo explique él. Sabe bien lo que yo pienso. Yo sé por qué no y conozco bien su tema, pero un jugador al que le fue bien en Boca, en la selección argentina, en el Villarreal… Los argentinos siempre han jugado muy bien aquí, (Javier) Mascherano, (Javier) Saviola, Riquelme… hace unos diez días hablé con él.
-¿Fue por algo relacionado con Boca?
-Cosas privadas que no voy a contar (risas)
-Volviendo al director técnico del Barcelona, ¿qué piensa del actual, Quique Setién?
-Quique es muy humilde, lo conozco bastante bien, pero hay capacidad y capacidad y una cosa es el Betis, o Las Palmas, y otra cosa es el Barcelona. Su asistente (Eder Sarabia) no pinta nada y tiene problemas con el vestuario. La imagen del otro día cuando el partido se paró para tomar agua y le daban la espalda en una indicación, es muy clara. Con este asistente no se va a ningún sitio. Hace falta carácter.
-¿Y entonces, quién es el indicado?
-Ni idea. Creo que (Francisco Javier) García Pimienta, del Barcelona B, tiene su derecho, como en su momento lo tuvo Guardiola en la misma situación. De todos modos, nosotros los ex jugadores opinamos desde afuera y muchas veces tampoco escuchan nuestros consejos. Cuando Massimiliano Allegri quedó libre de la Juventus, yo pregunté si no estaba para dirigir al Barcelona, pero no, se gastan 500 millones de euros cuando podrían fichar mucho mejor con mucho menos dinero. Cuanto menos se tiene, mejor se ficha.
-¿Pero es un problema de DT o de fichajes?
-Tampoco hay cantera. En los últimos tiempos hay dos jugadores que pueden tener un gran futuro, como Ansu Fati y Riqui Puig, pero no se sabe. Lo que es claro es que no ha vuelto a salir una camada como la de (Carles) Puyol, Xavi, (Andrés) Iniesta, (Víctor) Valdés, Bojan (Krkic) o (Gerard) Piqué. Hay que preguntarse quiénes trabajan con los jóvenes, quiénes son entrenadores, los maestros, porque a muchos de aquellas épocas se los llevaron el Liverpool, el Manchester City, Catar Y tener al Barcelona B en Segunda B (Tercera División de España) es otro problema.
-¿Cambió mucho el fútbol con la pandemia?
-Todo es muy diferente ahora. Hay mucha gente sufriendo en el mundo. Es un virus que hace mucho daño. Es algo bien pensado por años.
-O sea que usted cree en una conspiración…
-Es una bacteria bien pensada por gente especializada. Esto ha provocado trombosis, infartos. Estos virus llevan un material adentro bien puesto. A ver si sale la vacuna para que se solucione de una vez. Yo me cuido el triple que antes, me lavo las manos, hago todo lo que puedo hacer. No me la creo por llamarme Stoichkov. Hay gente que dice que esto no es nada, pero habla por hablar. No se dice en realidad lo que es, hay mucho negocio.
-¿Y más específicamente en el fútbol? ¡Qué cambio?
-Y yo pregunto ¿qué se puede hacer? Hay que respetar la situación y jugar a puertas cerradas hasta que vuelva el público a los estadios. En mi país hubo tres mil personas en un mismo día para ver una final y eso resultó un desastre y muchos contagios, como en Rumania. En Alemania, Inglaterra o España se decidió jugar sin público y se acabó. Y hay que aceptarlo así.
-¿Qué es de su vida?
-Estoy muy cómodo aquí en Miami comentando fútbol para una cadena de TV. Univisión, con grandes periodistas, y también estoy relacionado al CSKA Sofía.
-Habló últimamente con Diego Maradona?
-Chau, hasta mañana.