Lewis Hamilton (Mercedes), ganador del Gran Premio de Gran Bretaña este domingo pese al pinchazo que sufrió en la última vuelta, habló tras la carrera aún sorprendido por lo que sucedió y aseguró que nunca había vivido algo similar, por lo que la adrenalina que vivió fue única.
“Hasta la última vuelta, todo iba bien”, expuso el piloto inglés. “Valtteri Bottas -su compañero en Mercedes- estaba tirando fuerte y yo gestionando algo las gomas. Cuando me dijeron que él pinchó, mi neumático parecía que estaba bien. Pero en la recta se desinfló, noté un cambio de forma en el neumático y tenía el corazón en un puño. Ya veía cómo se salía la llanta”, relató.
El seis veces campeón de la Fórmula 1 comentó que por radio le daban una diferencia de 30 segundos con respecto a su inmediato perseguidor, el holandés Max Verstappen (Red Bull), que fue menguando progresivamente. “Pasé de tener 19 a 10 segundos. Me decían 9, 8, 7... así que tenía que pisar el acelerador. Nunca he experimentado nada así en la última vuelta. Casi se me para el corazón”, apuntó.
Hamilton confesó asimismo que estaba “rezando” para llegar a la meta. “Casi no llego, pero gracias a Dios lo hicimos. Quizás deberíamos haber parado cuando vimos estos problemas en Valtteri”, expuso el líder del Mundial de Fórmula 1.
El piloto británico, que amplía a siete su récord de victorias en el Gran Premio de su país, dio un nuevo paso hacia un séptimo título mundial, aumentando su ventaja en la general, pese al percance, que le obligó a terminar con tres ruedas útiles. Llegó a este Gran Premio con cinco puntos sobre el segundo, su compañero finlandés Valtteri Bottas, que pinchó también en la parte final de la carrera en Silverstone y no pudo sumar puntos en esta ocasión, al acabar apenas undécimo. Bottas sigue segundo de la general, pero ahora a 30 puntos de Hamilton. Verstappen es tercero, a seis puntos del finlandés y a 36 del líder.
Es la victoria número 87 para él en la F1 y la tercera conseguida de manera consecutiva en los cuatro Grandes Premios de esta temporada, por lo que parece lanzado hacia el título.
El monegasco Charles Leclerc (Ferrari) heredó el tercer puesto de manera inesperada, después de haber corrido casi toda la carrera en el cuarto lugar provisional. Su compañero de Ferrari, el alemán Sebastian Vettel, tuvo que contentarse con el punto de la décimo posición.
El domingo sonrió a Renault. El australiano Daniel Ricciardo fue cuarto y el francés Esteban ocon sexto. Por su parte, el español Carlos Sainz Jr. (McLaren), que comenzó séptimo y parecía poder terminar cuarto, pinchó también en la imprevisible última vuelta y finalizó fuera de la zona de puntuación, en el decimocuarto puesto.
Antes de la carrera tuvo lugar un nuevo acto contra el racismo, con la participación de los veinte pilotos, algunos con la rodilla apoyada en el suelo. Todos llevaron camisetas donde se leía ‘End Racism’ (Fin al racismo), salvo Hamilton, que lució una con el lema ‘Black Lives Matter’ (Las vidas de las personas negras importan).
La Fórmula 1 no da tregua en su frenético calendario y el próximo fin de semana Silverstone volverá a acoger una carrera, en el que se conmemorará el 70º aniversario del primer Gran Premio.
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Con información de agencias