Las peleadoras de UFC Nina Ansaroff y Amanda Nunes se preparan para recibir a su primera hija, que nacerá en septiembre. Mientras ultimas detalles para el nacimiento y la llegada al hogar de la pequeña que se llamará Raegan Ann, no pierden de vista los entrenamientos que les requiere la disciplina de alto rendimiento en la que ambas se desempeñan.
En las últimas horas, Ansaroff compartió en sus redes sociales un video que sorprendió a sus fanáticos. En las imágenes, se la ve con su panza de embarazo de 34 semanas (ocho meses) en una pelea de entrenamiento junto a su esposa en un gimnasio. La estadounidense conecta algunos golpes y tira también patadas a los guantes de Nunes, dejando en claro cómo mantuvo su agilidad en el último tiempo.
“¿Cuánto tiempo después de dar a luz puedes tener una prueba de embarazo negativa?”, se pregunta la peleadora al pie del video que generó reacciones sorprendentemente positivas entre los fanáticos. Lejos de criticarla, la mayoría la felicitó por seguir entrenando y por mantenerse saludable durante el embarazo.
La estadounidense no es la primera atleta de alto rendimiento que muestra cómo es su entrenamiento con un avanzado embarazo. La tenista Serena Williams y la jugadora de fútbol Alex Morgan también lo hicieron tiempo atrás.
Al anunciar su embarazo en marzo de este año, Ansaroff, de 34 años, ya había avisado que su plan era seguir peleando después de que que su hija nazca. Hasta el año pasado, la peleadora compitió en la categoría de peso paja de la UFC y es la quinta en el ranking de esa divisional.
Su pareja Amanda Nunes es la mejor luchadora libra por libra en el ranking femenino de la UFC. Es la primera mujer en ser campeona en dos categorías (gallo y pluma) de manera simultanea en la empresa líder de las artes marciales mixtas y la primera luchadora abiertamente lesbiana en lograrlo.
La brasileña prefiere que su pareja no se apure en volver al octágono luego de dar a luz y, en una entrevista reciente, citó el caso de su colega Mackenzie Dern, que sufrió la primera derrota de su carrera en una pelea ante Amanda Ribas cuando hacía tan solo cuatro meses que había tenido a su bebé.
“Para mí fue muy pronto, podría haber esperado un poco más. Nada se va a ir a ningún lado. Lo que tiene que ser, tiene que ser”, dijo la mejor luchadora de la UFC, de 32 años.
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