El brote de contagios en el equipo de béisbol de la ciudad de Miami, los Marlins, tiene consternada a toda la liga de los Estados Unidos (MLB por sus siglas en inglés). Las autoridades de la franquicia anunciaron este jueves que 17 de sus jugadores contrajeron COVID-19, lo mismo que dos otros miembros de la administración. La cifra representa casi un tercio de las 60 personas que viajan con el grupo.
La liga, y el equipo, han sido bastante herméticos al respecto: dejaron trascender el número de infectados, no así los nombres de los jugadores.
El pasado fin de semana, los Marlins se encontraban el Filadelfia para jugar la serie contra el equipo de esa ciudad, los Phillies, cuando durante los controles de rutina apareció el primero de los casos. A lo largo de la semana se confirmaron los otros 18, el último de ellos este jueves. Por el lado de los Phillies, dos integrantes de su personal han testeado positivo, pero ninguno de los jugadores.
La MLB anunció de inmediato la suspensión de la serie de Miami al menos hasta el domingo. Sin embargo, considerando que los contagiados deben confinarse durante al menos 14 días, y hay 17 jugadores aislados, es poco probable que el equipo vuelva a jugar por al menos diez días más.
Las consecuencias en la liga han comenzado a tener impactos tangibles. Los Nacionales de Washington decidieron de manera unánime que no viajarían a Miami -uno de los epicentros de la pandemia a nivel nacional- para enfrentar a los Marlins. Y el gerente general de los Phillies, Matt Klentak, reconoció públicamente que se sentiría incómodo si su equipo tuviera que volver a jugar con los Marlins, como lo hizo la semana pasada.
A raíz de este brote, la liga nacional ha anunciado cambios en el protocolo de los equipos. A partir de ahora, deberán llevar puestas máscaras quirúrgicas y no simples tapa bocas de tela cuando viajen. También deberán firmar un documento en el que se comprometen a seguir las reglas de la liga y a no salir de los hoteles.
Justamente son las salidas de los hoteles las que están poniendo a los jugadores de los Marlins en aprietos. Según datos revelados por el periódico USA Today, los jugadores rompieron el confinamiento en reiteradas ocasiones mientras estaban de visita en Atlanta, antes de viajar a Filadelfia.
Con miras al resto de la temporada, la situación no se ve bien para los Marlins. Al menos la mitad de su equipo estará sin jugar por al menos un par de semanas más, por lo que la franquicia tendría que recurrir a lo que en béisbol se conoce como el sistema de sucursales: una serie de jugadores suplentes que no necesariamente están al nivel de los de primera línea. De por sí, los últimos años han sido difíciles para este equipo, que tenía esperanzas de recuperar un nivel de excelencia demostrado en el pasado.
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