Cambiar la energía. Ese parece ser el lema de Lionel Messi luego del golpe que sufrió el Barcelona al ceder el título de la Liga en el reinicio de la temporada tras el parate por la pandemia. El futbolista rosarino partió a unas mini vacaciones familiares en Ibiza para liberar la mente y al reintegrarse al plantel del Blaugrana sorprendió a todos con una renovación que es de las más llamativas de los últimos tiempos.
El capitán del equipo entrenó con unos excéntricos botines que se conocieron gracias a una foto que compartió el club en sus redes sociales y que obviamente llamó la atención de los fanáticos. Con múltiples colores y un estilo cómic, se alcanzaron a visualizar en el calzado algunos detalles. Llevan el 10, la bandera de Argentina y el logo personal de Leo. También tienen escrito en el lado derecho “Barcelona” y el nombre de sus hijos, Thiago y Mateo, junto con su fecha de nacimiento. Mientras que del lado izquierdo cuenta con la referencia a Ciro, el último de sus descendientes. “Amo esas botas”, firmó un fanático que reparó en el detalle de la foto que publicó el Barca. “Volvió él con unos botines muy épicos”, agregó otro usuario.
El deportista de 33 años luce habitualmente looks sobrios y son contadas las veces que ha tenido algún aspecto llamativo ya sea en sus pelo o en su indumentaria. En esta ocasión, parece haberse reinventado al menos en sus botas con la idea de ir detrás del gran objetivo que queda en el camino tras el tropiezo en la Liga: el próximo sábado 8 de agosto recibirán en el Camp Nou al Napoli por la vuelta de los octavos de final de la Champions League.
El combinado catalán buscará un resultado favorable tras haber igualado 1-1 en la ida que se celebró el 25 de febrero en Italia. El ganador de esta llave accederá a los cuartos de final y se topará ante el vencedor del choque que mantendrán el Bayern Múnich y el Chelsea (los alemanes ganaron 3-0 la ida).
“Si queremos pelear por la Champions vamos a tener que cambiar muchísimo porque el partido del Napoli lo vamos a perder también”, había advertido Messi visiblemente enojado apenas perdieron el campeonato local. Esa transformación requirió de unos días de descanso en un lujoso yate junto con su familia y la de su amigo Luis Suárez.
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