Esta pausa no es una más para Lionel Messi. Sus declaraciones después de dejar escapar el título en la Liga de España de un modo doloroso dejaron en claro el fastidio que vive. Sólo le queda un objetivo por delante y no es para nada menor: en 14 días recibirán al Napoli por la revancha de la inconclusa llave de octavos de final de Champions League.
El capitán del Barcelona decidió desconectarse de aquellas malas sensaciones que tuvo tras el reinicio del campeonato local que se detuvo sorpresivamente por la pandemia y viajó hacia Ibiza en compañía de su familia y la de su amigo Luis Suárez. La Pulga se embarcó en un lujoso yate antes de retomar los entrenamientos el próximo 28 de julio con vistas al duelo de Champions.
“Family time. Mi todo”, escribió Antonela Roccuzzo en sus redes sociales para compartir una postal de la familia completa junto con Lionel y sus tres hijos: Thiago (7 años), Mateo (4) y Ciro (2). Durante los últimas horas, el futbolista de 33 años también había abierto una pequeña ventana de su intimidad en su Instagram con una foto junto con su esposa en el hotel Majestic i Messi (MiM) ubicado en Ibiza. El complejo fue renovado en 2014 y está cerca del centro de la isla, próximo a la playa d’en Bossa.
El descanso de Leo incluyó fotos con los empleados del emprendimiento –todos con tapaboca– y también un “protocolo” que se pudo visualizar gracias a un video que se conoció en la televisión española donde el deportista caminaba por la playa sin subirse el barbijo mientras estaba en soledad, pero cuando algún fanático se acercaba para pedirle una fotografía, se lo subía y luego accedía al pedido.
Estas breves vacaciones que se iniciaron el pasado miércoles 22 de julio se viven en medio de un momento convulsionado alrededor de la figura del jugador del Barcelona. Tras sus explosivas declaraciones sobre el nivel del equipo a lo largo de este año –que coinciden con la labor de Quique Setién en el cargo–, durante las últimas horas los medios italianos dieron a conocer una noticia que paralizó a Cataluña y que indicaba que el padre (Jorge) había comprado un departamento en la capital de Lombardía para mudarse en agosto. Tal situación había sido interpretada por periodistas italianos como un gesto de la familia Messi que abría la chance a una posible salida del jugador al Inter, un club que siempre lo tuvo en su radar.
Desde el diario catalán Mundo Deportivo intentaron apagar este efecto recordando que Jorge Messi ya había realizado inversiones inmobiliarias en España y Estados Unidos. Al mismo tiempo, aseguraron que el futuro de Leo está en Barcelona “como mínimo” hasta el 2021 –fecha que tiene contrato vigente– y que en caso que se marche no será a Italia. Como contrapartida, la Gazzetta dello Sport aseguró que el dueño del Inter está dispuesto a ofrecerle un contrato de tres años a razón de 50 millones de euros por temporada con la idea de contrarrestar el “efecto Cristiano Ronaldo” que generó la Juventus con la contratación del ex Real Madrid.
Por lo pronto, hay una sola certeza: Messi y Suárez –que también viajó con su familia a Ibiza– buscarán el boleto a cuartos de final el sábado 8 de agosto contra Napoli en el Camp Nou tras el 1-1 en la ida que se disputó en Italia el 25 de febrero pasado. El vencedor de ese duelo se topará en la siguiente instancia con el ganador del choque entre Bayern Múnich y Chelsea.
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