Una imagen paralizante se vivió este sábado en el hipódromo de Rosehill Gardens, ubicado al oeste de Sydney en Australia. El jinete Andrew Adkins cayó de su caballo a 300 metros de la meta de la carrera inaugural, sufrió múltiples fracturas en su cuerpo y el animal debió ser sacrificado a pesar de los intentos de los veterinarios por salvarlo.
El hecho tiene bajo investigación al jinete Hugh Bowman, quien fue señalado por varios seguidores de la Sky Racing Active Handicap (1200m) como el responsable del accidente tras atolondrarse con su caballo sobre Adkins y Hot ‘N’ Hazy, el caballo que sufrió lesiones de gravedad a tal punto que los trabajos para rescatarlo fueron infructuosos. El cuidador del equino, Danny Williams, lo había definido como “el mejor caballo en una década”. En sus redes, el profesional subió una foto del animal, confirmó lo ocurrido y escribió: “Gracias por los pensamientos de todos, es un día difícil”.
Adkins fue atendido en el lugar por paramédicos y oficiales de carrera, según informó el medio australiano 7News. Otros jinetes, como Tommy Berry y Robbie Dolan, acudieron al lugar para acompañar a su colega hasta que recuperó la conciencia y fue trasladado al hospital de emergencia Westmead, ubicado a unos 13 minutos del lugar del hecho.
Según detalló el medio especializado Racingnsw, el muchacho de 22 años sufrió fractura de tibia y peroné por la que deberá ser operado para la colocación de un clavo en la zona durante las próximas horas. También tiene siete costillas rotas, una clavícula fracturada y problemas en un pulmón, detalló el parte médico que publicaron distintos medios de ese país.
“Este fue el peor incidente que he visto en el último tiempo. Bowman sabe que cometió un gran error”, consideró en las redes sociales el periodista Craig Cook. “No deberíamos ver a Hugh Bowman por muchas, muchas semanas después de eso”, coincidió el especialista en el tema Daniel Sankey también desde sus redes. La investigación que tiene a Bowman en la mira fue aplazada por los comisarios hasta que puedan entrevistar a Adkins y conozcan su versión de los hechos.
“Me esforcé por correr hacia el exterior del jinete Glyn Schofield, a lo que tenía todo el derecho. Sentí que podía hacerlo. Hubo un cambio frente a mí y me comprometí con el movimiento que hice. En el momento que hice el movimiento para ir al exterior de Glyn, sentí que podía hacerlo sin causarle ninguna interferencia a Andrew”, explicó Bowman –que ganó el Sky Racing Active Handicap– según replicó el diario local The West Australian. “Toda la carrera fue una carnicería de principio a fin”, se sinceró otro de los jinetes, Louise Day, en declaraciones al diario The Age.
Desde su cuenta de Instagram, el jinete herido subió una foto desde el hospital con un cuello ortopédico y transmitió tranquilidad sobre su estado de salud: “Todo bien, hay una sonrisa debajo del tapabocas. Gracias a todos por los mensajes”.
No es la primera vez que Adkins vive un hecho que conmociona al mundo deportivo. En abril del año pasado, durante la carrera inaugural del segundo día en The Championships en Randwick, también protagonizó un incidente similar con una caída que generó preocupación. Por entonces, el diagnóstico fue el de fractura de muñeca y lesión en una vértebra.
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