La goleada 5-0 ante el Alavés con la que Barcelona cerró su participación en la Liga de España parece haber aplacado los ánimos en un club que no vive la estabilidad de antaño. El triunfo, la actuación y las palabras de Messi luego de la dura autocrítica que ensayó tras la derrota ante Osasuna, en la misma jornada en la que se confirmó la consagración del Real Madrid en el certamen local.
“Lo mas importante es que hicimos nuestra autocrítica que es lo primero que hay que hacer, lo principal para poder mejorar. La hicimos de puertas para adentro y creo que nos dimos cuenta de lo que hicimos y de lo que debemos hacer a partir de ahora. Este es un primer paso”, subrayó luego de anotar dos goles para quedarse con la corona de Pichichi de la Liga por séptima vez en su carrera.
“Hoy dimos un paso importante a nivel de actitud, de compromiso, que es lo primero que hay que tener siempre. Después te pueden salir las cosas o no, pero creo que en ganas no nos puede ganar ningún equipo, tenemos que salir con las mismas que cualquiera o incluso más. El juego va a llegar a consecuencia de eso. Es un momento importante, nos vamos a jugar cosas importantes, pero no hace falta llevar el brazalete para darse cuenta de lo que hicimos... de que debemos ser mucho más regulares. Ya dijimos todo lo que tenemos que decir y ahora hay que estabilizarnos y dar lo mejor. Ya no hay que hablar más, sino demostrar que hicimos el cambio”, enfatizó.
Pues bien, ¿qué sucedió en ese vestuario? ¿Cómo llegó el plantel a un acuerdo tácito con Setién, tras las diferencias marcadas entre los referentes y el cuerpo técnico, especialmente con Eder Sarabia, el ayudante de campo?
Según informó Radio Catalunya, ante todo hubo una charla cara a cara entre el capitán Messi y el orientador, que duró aproximadamente media hora. Se habría desarrollado el sábado, y en la msma ambos habrían expuesto sus sensaciones. Y habrían firmado una tregua para enfocarse en el último gran objetivo que le queda al elenco culé: la Champions League.
Vale resaltar que, de no alzar la Orejona, será la segunda temporada en la que el Barcelona no gane al menos un título desde el debut de Messi en la élite: el anterior antecedente data de la 2007/2008, con Frank Rijkaard en el banco de suplentes.
Pero la revolución interna no se habría reducido a la conversación entre el delantero y Setién. Todo habría comenzado en el mismísimo vestuario del Camp Bou, tras el doloroso e inesperado tropiezo contra Osasuna. Jota Jordi, periodista que sigue el día a día del Barcelona, ofreció detalles en su participación en el programa de TV El Chiringuito.
“Cuando acaba el partido hubo conversaciones entre Bartomeu (el presidente) y los pesos pesados: les consultó a los jugadores qué opinaban de Setién. Y ellos le dijeron que lo mejor es que no haya cambios. Que no ayudaría nada cambiar el entrenador a tres semanas de la Champions”, reveló, contradiciendo la versión de que el neerlandés Patrick Kluivert asomaba como candidato a reemplazar al técnico si era removido en el corto plazo.
“Luego Bartomeu se reúne con Setién y lo ratifica, a pesar de que hay muchos directivos que no están de acuerdo. Y en el entrenamiento hubo una reunión muy corta, pero intensa, en la que se dijeron muchas cosas a la cara”, prologó el panelista.
“Lo que dijo él es que confiaba en la plantilla y les pidió a los futbolistas que confiaran en él. Que se tomaran una semana de vacaciones y que volvieran al 100%. Los que realmente hablaron fueron Messi, los veteranos y los jóvenes de la Masía, Riqui Puig y Ansu Fati. Y coincidieron que la actitud no podía ser la que tuvieron con Osasuna. Están confiados que pueden ganar la Champions. El primer partido, que era con Alavés, lo tenían que demostrar. Cambiar la actitud por respeto al escudo, a la institución. Le cantaron a más de uno las 40 en el vestuario”, concluyó Jota Jordi.
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