El apodo que se ganó en el mundo de la Fórmula 1 es un gran indicio que adelanta el escándalo: The Pink Mercedes. Los monoplazas de Racing Point que comandan el mexicano Sergio Pérez y el canadiense Lance Stroll están en el ojo de la tormenta en medio de acusaciones cruzadas, sospechas y una investigación que abrió la FIA. ¿La escudería copió los frenos del Mercedes W10 con el que Lewis Hamilton le dio el sexto título consecutivo al equipo alemán en 2019?
Las sospechas no son nuevas: durante las pruebas que realizaron los pilotos en febrero, varios integrantes de la Fórmula 1 vieron similitudes entre el monoplaza rosa y una de las automotrices más poderosas en la historia de la competencia. Luego de la segunda carrera del reducido calendario de este año, Renault se puso al frente de las desconfianzas y presentó ante la FIA una queja formal para que investiguen los conductos de frenos delanteros y traseros de los Racing Point bajo la sospecha de que son en realidad un diseño de Mercedes. Y explotó la controversia...
El gran debate está en el Apéndice 6 del reglamento que detalla cuáles son las piezas que deben ser un diseño propio de las escuderías y cuáles se pueden intercambiar libremente. Los frenos, al igual que el chasis y las superficies aerodinámicas, están en esa lista negra de la discordia que impide que que sean diseños de otras escuderías.
“Los conductos de freno son un diferenciador de rendimiento porque son un componente sensible de la aerodinámica. También son bastantes cruciales para controlar la temperatura de los neumáticos. Creemos que estas geometrías en el Racing Point son efectivamente el diseño exacto de Mercedes del año pasado”, aseguró el director ejecutivo de Renault, Marcin Budkowski, al sitio especializado MotorSport.
Desde febrero, distintos medios especializados y fanáticos habían hecho comparaciones entre el diseño del Racing Point 20 de esta temporada y el Mercedes W10 del año 2019. Es habitual en la Fórmula 1 imitar algunos efectos que han dado resultado en otros competidores, algo que no está prohibido siempre y cuando no haya datos aerodinámicos o de propiedad intelectual en el medio. Esta situación le hizo ganar el mote de “Mercedes rosa” en el mundo automovilístico.
“Decidimos arriesgarnos y ese riesgo fue efectivamente romper lo que hemos hecho en los últimos años y comenzar de nuevo desde cero con base en lo que pudimos ver que había estado haciendo MGP [Mercedes Grand Prix]. Tenemos la misma visión de Mercedes que todos los demás tienen y no hay nada especial en la información que tenemos: todo lo que tenemos es lo que vemos y de eso hemos comenzado y desarrollado”, había dicho el técnico de Racing Point Andrew Green a comienzo de año en declaraciones que recogió ESPN sobre las similitudes entre el concepto de su monoplaza con el de la escudería que acumula seis títulos al hilo en la Fórmula 1.
Sin embargo, lo que era un cruce mediático, explotó tras la segunda carrera: la FIA confiscó los frenos de los Racing Point, pero también le pidió a Mercedes que aporte esas partes de sus vehículos de 2019 para profundizar la investigación. Cabe detallar que el inversionista canadiense Lawrence Stroll, padre de uno de los pilotos y dueño de la escudería, había adquirido ya el motor y la caja de cambios a Mercedes, algo que sí está permitido por las reglamentaciones.
Green, el director técnico del equipo, ya había respondido a estas acusaciones semanas atrás, e incluso aseguró por entonces que la FIA había inspeccionado en profundidad el vehículo para descartar que las sospechas sean reales. Tras la primera carrear del año en el GP de Austria en la que Checo Pérez terminó sexto, la denuncia oficial no se presentó aunque los integrantes de las otras escuderías aseguran que tenían en sus planes quejarse ante la FIA.
El escándalo explotó el último fin de semana, luego del GP de Estiria: Pérez y Stroll se ubicaron en el 6° y 7° lugar, respectivamente ,detrás de los dos Mercedes, los dos Red Bull y el McLaren-Renault de Lando Norris.
Los parciales que mostraron los pilotos de Racing Point, que tiene sede empresarial en Silverstone, terminaron de impulsar los interrogantes: el mexicano Checo Pérez había largado en el 17° lugar y Stroll en el 13°, pero luego tuvieron una brillante carrera, escalaron varios puestos y le dieron puntos claves a la escudería en el campeonato de constructores.
“Confirmamos que Renault DP World F1 Team ha presentado una solicitud a los comisarios del evento para aclarar la legalidad del Racing Point RP20. No haremos más comentarios sobre este asunto hasta que los comisarios hayan tomado una decisión”, se limitaron a informar oficialmente desde Renault a la espera del proceso de las autoridades.
Desde el equipo que está en el foco de los cuestionamientos aseguraron que las protestas son “infundadas” y rechazaron las sospechas que pesan sobre ellos, según un comunicado oficial del team rosa que publicó el sitio MotorSport. La FIA ahora deberá determinar si efectivamente Racing Point diseñó sus propios frenos y no infringió la regla del Apéndice 6 que exige que los competidores diseñen ciertas piezas claves del vehículo o que en caso de que subcontraten la fabricación o el diseño sea con un tercero que no compita en la F1.
Luego del gran debate que generó el DAS que estrenó Mercedes en el primer Gran Premio del reducido calendario, esta segunda fecha dejó otra gran polémica en la categoría madre del automovilismo. Este fin de semana habrá un nuevo capítulo: se correrá al tercera jornada del certamen en Hungría.
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