La semana pasada la ex deportista australiana Carmen Greentree presentó el libro “A Dangerous Pursuit of Happiness” (Una peligrosa búsqueda de la felicidad) en el que relata el calvario que vivió durante un viaje a la India en el cual terminó siendo una esclava sexual de un hombre que se había hecho pasar por guía turístico. Su estremecedora historia, que tuvo lugar durante unas vacaciones en 2004, apunta directamente contra Mohammad Rafiq Dundoo, quien la habría secuestrado en su casa flotante durante dos meses, tiempo durante el cual la violó y la golpeó en innumerables ocasiones.
Luego de que la voz de la surfista llegase a los portales de todo el mundo, el indio acusado rompió el silencio, se defendió de las denuncias y dio su versión de los hechos. En diálogo con el sitio The Kashmir Monitor, calificó las declaraciones de la mujer como un “truco de promoción de libros” y negó que todo eso haya sucedido.
“No entiendo cómo pudimos haberla mantenido en cautiverio durante dos meses cuando nuestra casa flotante está a cinco o 10 pasos de distancia de otras casas flotantes, hay otros turistas alrededor, es temporada alta y la estación de Policía más cercana está a solo unos cientos de metros de distancia“, aseveró.
Rafiq insistió en que Carmen, que por entonces tenía 22 años, estuvo en varios lugares turísticos de la zona luego de haberlo conocido: “Además, ella también visitó los jardines Gulmarg, Pahalgam y Mughal. Si la hubiera secuestrado, ¿cómo es que estaba deambulando?”.
Sin embargo, el ciudadano indio reconoció haber hospedado durante unos días a la mujer, quien se encontraba de vacaciones. Según él, la relación entre ellos era cordial, pero Carmen comenzó a tener afinidad con su ayudante, Guddu, quien la acompañó durante 10 días en un viaje de alpinismo en las montañas Vaisno Sar. Al regreso de aquella expedición, Rafiq comenzó a buscar a su colaborador y lo encontró saliendo de la habitación de su invitada. “Mi único error fue que lo golpeé frente a Carmen. Le dije que si ocurriera algo, él no sería el responsable y que toda la culpa sería mía”.
Días más tarde, la mujer se marchó del lugar: “Desapareció sin siquiera pagar la tarifa completa que me debía”, al igual que Guddu, quien huyó horas después. Además, relató que en el libro ella indica que sus documentos habían quedado en la casa flotante, por lo que cuestiona cómo es que logró volar tan rápido hacia su país si no tenía su pasaporte.
El 3 de agosto, la policía de Ram Munshi Bagh arrestó a Rafiq tras una denuncia por violación y fraude que había presentado la surfista: “Me detuvieron en Ram Munshi Bagh durante 12 días y luego me dejaron en libertad bajo fianza”. “Fui golpeado por personas, mi familia fue hostigada, humillada. Era padre de un hijo de un año, y ni siquiera puedo expresar lo que tuve que pasar por algo que no hice“, insistió.
A 16 años de aquel episodio, él insiste en que todo el relato de la joven es falso, incluso cuando cuenta que fue obligada a convertirse al Islam y a leer el Corán: “¿Por qué debería hacerlo? Hemos estado sirviendo a turistas por generaciones. Sabemos que representamos a toda Cachemira cuando tratamos con ellos. ¿Por qué haría algo que arruine toda mi vida?”.
Quien también dialogó con el sitio The Kashmir Monitor fue el abogado del acusado, quien explicó que el caso se cerró en 2007 luego de que la mujer se negara a viajar a India para declarar y poder avanzar en el proceso, que incluía un examen médico. Según Bilal Ahmad Bhat, el rechazo de la denunciante a presentarse a dicho examen es motivo suficiente como para descreer su versión: “Le dije que si se comprobaba que sus acusaciones eran correctas, me aseguraría de que mi cliente fuera castigado, pero todos sabíamos que ella lo estaba culpando erróneamente”.
Rafiq calificó como un drama la situación que está viviendo hoy en día, luego de haber necesitado años para intentar limpiar su nombre y el apellido de su familia: “En ese entonces manchó mi imagen y lo está haciendo de nuevo. Planeo presentar una denuncia contra ella ahora“, advirtió.
MÁS SOBRE ESTE TEMA: