El video, que se hizo viral en las últimas horas, fue filmado en marzo, antes de la cuarentena por la pandemia de coronavirus. “El nuevo chiche del Diez”, dice el encargado de filmar a Diego Maradona ingresando al predio de Estancia Chica de Gimnasia La Plata, manejando su flamante y lujoso BMW M4 coupé, secundado por el empresario Christian Bragarnik como acompañante. Para hacerse notar, el astro hace sonar las sirenas símil policía (también las luces) que le hizo agregar a su vehículo, al que en la intimidad llama “la máquina”.
El auto que hizo tunear a su gusto hoy se encuentra estacionado en el garage de su casa en Bella Vista, a la espera de la vuelta a los entrenamientos en el fútbol argentino, para volver a salir a la ruta. Mientras, Pelusa, de 59 años, cumple a rajatabla con el aislamiento (no sale de su hogar desde marzo) y cada tanto le da marcha o le saca fotos a su “chiche”.
El vehículo, que alcanza una velocidad de 250 kilómetros por hora, acelera de 0 a 100 en 4.1 segundos. Y tiene un costo de 193.900 dólares. Cuando se traslada, a veces no maneja él, pero le encanta conducirlo.
Mientras aguarda por volver a desandar el camino entre Bella Vista y La Plata, Diego maneja con disciplina... Su bicicleta fija, a la que bautizó “la espacial” y en la que realiza parte de su rutina, que su entorno rotuló como “Maradona fitness”, ya le permitió perder 11 kilos y cortar radicalmente con el consumo de alcohol desde hace más de 20 días. Para complementar, el ex capitán de la Selección hace 20 minutos de cinta y camina por el parque de su casa.
El plan, consensuado con Leopoldo Luque, su médico personal, apunta a que pueda recuperar movilidad y se sienta mejor de cara a la vuelta a las prácticas. Vale recordar que Pelusa sufrió una intervención en su rodilla derecha hace un año (le colocaron una prótesis) y no completó la rehabilitación por sus compromisos laborales: apenas dos meses después asumió en Gimnasia. Detrás del objetivo, necesita fortalecer el aductor y perder peso, para no exigir la rodilla operada.
Pues bien, viene cumpliendo la rutina al detalle y con entusiasmo; al punto que ya volvió a jugar al fútbol-tenis y a patear la pelota. Diego acelera su puesta a punto como en sus mejores tiempos... O como cuando está a bordo de su lujoso BMW.
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