Pese a que las carreras de caballos y las apuestas al rededor de ellas son una de las prácticas más antiguas si se habla de deporte y entretenimiento, lo ocurrido el pasado jueves en el hipódromo de Charles Town, en el estado de Virginia Occidental (Estados Unidos), es un claro ejemplo de que los animales no son máquinas y sus reacciones pueden ir contra el desarrollo normal de la competencia.
Algo de este estilo ocurrió con un joven caballo de tres años de edad en la séptima carrera del Hollywood Casino, celebrada el pasado 9 de julio. River Crosroad Rvf, apodo del equino, logró ponerse a la cabeza tras adelantar a sus rivales, a los que superaba por amplio margen, pero cuando quedabas pocos metros para la línea de meta, el animal decidió cambiar de dirección y abandonó la pista en una curva. Lo que sorprendió tanto al público como a quienes habían apostado por él.
“La mejor conjetura es que el caballo pensó que estaba regresando a su establo”, comentó el vicepresidente del hipódromo, Erich Zimny, en diálogo con la cadena NBC. “Los caballos ciertamente pueden ser criaturas de hábitos”, fue la explicación que adjudicó el empresario.
Todo indicaba que el número ‘9′ iba a quedarse con la primera posición de su serie, en lo que era su segunda experiencia en carrera, sin embargo, el caballo se desvió inesperadamente y salió por la entrada de la pista que normalmente se utiliza durante los entrenamientos matutinos.
Según el entrenador del animal, Jeff Runco, el joven caballo ya había presentado en el pasado problemas para concentrarse, por lo que la tarde del jueves decidieron ponerle anteojeras para evitar distracciones. De todas formas, parece que esa estrategia no sirvió de mucho ya que River decidió abandonar la pista por su propia voluntad, no haciendo caso a las indicaciones de su jockey.
“Si tenías el 9 en la carrera 7 en Charles Town... esto califica como un mala apuesta”, bromeó en su cuenta de Twitter los encargados del Race Charles Town. Si bien algunos usuarios mostraron su enfado ya que perdieron el dinero que habían jugado por River Crosroad, la mayoría tomo el hecho como algo divertido y hasta algún afortunado celebró aquella acción ya que le permitió ganar el premio ya que el número ‘6′ terminó imponiéndose en la carrera.
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