Este fin de semana se celebró el UFC 251, evento que tuvo como resultado principal el triunfo de Kamaru Usman, quien retuvo su título de peso welter con una demoledora victoria sobre el aspirante Jorge Masvidal. La velada se realizó en a Isla de Yas de Abu Dhabi, en los Emiratos Árabes Unidos debido a la pandemia del coronavirus y los combates fueron sin público.
Si hubiese habido espectadores en las gradas estos hubiesen disfrutado de una gran noche con excelentes peleas, pero también hubiesen ensordecido con abucheos el final de una de ellas. Es que el duelo entre Petr Yan y José Aldo se empañó por el desenlace que se extendió más de lo debido por culpa del árbitro, quien fue duramente criticado.
En el último asalto, el ruso puso contra las rejas a su rival, logró lanzarse sobre él y durante casi dos minutos lo sometió a una catarata de golpes con sus codos y sus puños en la cabeza. Semejante paliza tiñó de sangre parte del octágono ante la mirada del juez, Leon Roberts, quien en lugar de dar por acabada la pelea y decretar a Yan como ganador, se convirtió en un espectador de lujo.
Fueron al menos 50 puñetazos los que Yan le acertó en la cabeza al brasileño, quien supo ser triple campeón del mundo, mientras los comentaristas pedían que la pelea se termine. Tras casi dos minutos de paliza, finalmente se decretó el final y el ruso fue coronado con el título vacante de campeón de peso gallo.
“Horrible, horrible detención del referee. La pelea debió haber sido detenida mucho antes, ustedes lo saben. Parece que vamos a tener que apretar a nuestros referees y jueces aquí en Fight Island”, declaró Dana White, presidente de UFc, en conferencia de prensa cuando acabó la velada. A su vez, aplaudió al brasileño: “Me pareció que Aldo lució estupendo para la gente que lo estaba criticando diciendo que no se merecía otra oportunidad. Peleó con el siguiente tipo en la lista para disputar el cinturón y se vio muy bien haciéndolo. Él puede hacer lo que quiera”.
Los aficionados se manifestaron por redes sociales con mensajes de indignación contra el árbitro e incluso algunas personalidades de las artes marciales mixtas también se expresaron. “¿Qué le hizo Aldo a este árbitro? DETENGA LA MALDITA”, escribió el ex peleador de UFC Ben Askre.
En el combate estelar, el campeón nigeriano-americano Kamaru Usman conservó su título del peso welter al derrotar al aspirante cubano-americano Jorge Masvidal. En “Fight Island”, un sitio completamente cerrado hasta el final del evento el 26 de julio en la isla Yas Island, Usman pareció más fresco que su rival, que sustituyó a última hora al brasileño Gilbert Burns, al que se le prohibió viajar tras haber dado positivo al COVID-19.
“Estoy en la cima de la montaña y todo el mundo me mira”, declaró el campeón, de 33 años y vencedor por unanimidad de los tres jueces.
UFC dejó su base de Las Vegas para instalarse en Abu Dhabi y aislar de este modo a sus combatientes. La seguridad fue una motivación mayor, así como la necesidad para el promotor de continuar organizando y tener ingresos, tras la crisis sanitaria que ha alterado la agenda de los eventos deportivos en el mundo.
En otro de los combates del UFC 251, el campeón del mundo del peso pluma, el australiano Alexander Volkanovski, conservó con apuros su título a los puntos contra el hawaiano Max Holloway, al que había quitado el cinturón en diciembre.
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Con información de AFP