Los días de Michael Schumacher pasan rodeados de un estricto hermetismo. Son pocas las informaciones que se han filtrado a la prensa respecto de su estado de salud luego de que aquel grave accidente de esquí que sufrió el 29 de diciembre de 2013 en los alpes franceses. Pasados más de seis años y medio de aquella caída que le causó una severa lesión cerebral, solo unas pocas personas tienen acceso al siete veces campeón de la Fórmula 1.
En las últimas horas, un medio inglés reveló las serias consecuencias que hoy se reflejan en el cuerpo del alemán. En una nota publicada en el diario Mirror por Jane Lavender y titulada “Los devastadores problemas de salud secretos de Michael Schumacher luego de su terrible accidente de esquí”, se da cuenta del deterioro físico que ha sufrido el ex piloto. En la actualidad, Schumacher no se parece en nada a aquel que el público masivo supo conocer y admirar: padece una atrofia muscular avanzada y una osteoporosis que ha hecho que sus huesos se debiliten. Todo esto se debe al hecho de haber pasado los últimos seis años y medio en una cama.
“Debemos imaginar a una persona muy diferente de la que recordamos en la pista, con una estructura orgánica, muscular y esquelética muy alterada y deteriorada. Ese es el resultado del trauma cerebral que sufrió”, dijo tiempo atrás el neurocirujano italiano Nicola Acciari.
Días atrás, comenzó a correr en la prensa internacional una versión que indicaba que el alemán sería sometido a una transfusión de células madre con el fin de mejorar su estado de salud. Sin embargo, este rumor nunca pudo ser comprobado y allegados dejaron entrever que esta idea nunca fue considerada por la familia de Schumacher, aún menos en el contexto de la pandemia de coronavirus.
Michael Schumacher, uno de los mejores pilotos de Fórmula 1 de la historia, sufrió el accidente el 29 de diciembre. Cayó cuando esquiaba en los alpes franceses y golpeó su cabeza contra una roca. El casco que usaba impidió que el impacto fuera mayor, pero aún así debió ser trasladado de urgencia a un hospital en el que atravesó dos cirugías.
El alemán estuvo en coma inducido por varios meses y, al despertar a mediados de 2014, fue trasladado a una clínica para comenzar su rehabilitación. En septiembre de ese año, la familia decidió continuar con los tratamientos en la intimidad de su hogar en Suiza. Desde ese momento, el entorno de Schumacher ha mantenido un silencio casi estricto respecto del estado de salud del ex piloto. Solo tienen acceso a él su esposa, Corinna Betsch, y sus hijos Mick y Gina-María.También se ha mantenido muy cerca Sabine Kehm, su portavoz.
“Pueden estar seguros de que él está en las mejores manos y que estamos haciendo todo lo humanamente posible para ayudarlo. Comprendan si seguimos los deseos de Michael y mantenemos un tema tan delicado como la salud, como siempre lo ha sido, en privado. Al mismo tiempo, les damos las gracias por su amistad y les deseamos un feliz y saludable año 2019″, escribió la familia en un comunicado publicado el 2 de enero de 2019, un día antes del cumpleaños número 50 del alemán. Esta fue la única información oficial que trascendió desde el accidente.
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