La marchista y medallista olímpica, Guadalupe González, precisó que continuará su carrera, después de que Tribunal de Arbitraje del Deporte (TAS, por su sigla en francés) confirmará su sanción de cuatro años, tras fallar en un control antidopaje por trembolona en el 2018.
“Mi proyecto es llegar a los Juegos Olímpicos 2024, no dejaré de entrenar y aprenderé de lo que pasó […] La primera defensa fue mala, no puedo cambiar al pasado, pero puedo aprender”, mencionó la atleta mexicana, en conferencia de prensa.
Por otra parte aceptó los errores que se cometieron en su primera defensa del caso, que llevaron abogados recomendados por la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte (Conade). El mayor problema fueron las inconsistencias al respecto.
Lupita recomendó a otros atletas que, en caso de enfrentarse en casos de dopaje, se den el tiempo de investigar si los legistas son especialistas en el tema. Su segunda defensa la encabezaron los colombianos Andrés Charría y Víctor Delgado, quienes ya han llevado varios casos al respecto.
Soy una personas que no hizo trampa. Los abogados me los recomendó la Conade, siendo supuestamente los mejores, y confiar en ellos fue ahí mi error. Ser inexperta en estos temas me llevó a cometer uno tras otro error.
Entre los elementos en contra de la atleta mexicana al apelar su caso en el TAS, fue que se contradijo en sus declaraciones durante la audiencia de defensa ante la Unidad de Integridad de Atletismo (AIU) de la Federación Internacional de Asociaciones de Atletismo (IAAF) y presentó evidencias falsas.
González dijo estar arrepentida, pero la falta de coraje para defender la verdad. “Me faltó carácter para defender mi verdad […] a pesar de muchas personas no querían que dijera lo que había pasado, porque era, según, no creíble. Inventar algo que según era más creíble, fue peor. En ningún momento di las ideas, al final, no me pusieron una pistola en la cabeza, pero creí en ellos”.
Cabe señalar que los primeros juristas con los que trabajó la convencieron de que sólo era una vía para resolver el caso. Situación que llevó a la marchista a mencionar que consumió hígado de res y ahí se encontraba la sustancia, además de presentar facturas falsas.
“Aquí la mentira no fue que la tremobola no hubiera llegado por el consumo de carne. Se inventaron una cantidad de hechos que no tenían sentido, decir que había consumido la carne en un restaurante que había cerrado tiempo antes”, comentó Andrés Charría.
Los abogados colombianos coinciden que si se hubiera llevado un proceso responsable, el resultado pudo ser distinto o el mismo, pero sin tantos señalamientos que ahora tiene la atleta.
Espera que ningún otro atleta pase por lo mismo y, si es el caso cuenten con el apoyo de las personas adecuadas, además de que las dependencias tengan a personal capacitado.
Los dos procesos de defensa que llevó la marchista los hizo con sus propios recursos, no recibió apoyo económico de las autoridades mexicanas, sólo Secretaría de Marina colaboró con el hospedaje de los abogados colombianos.
Andrés Charría precisó que cuando ellos comenzaron a trabajar con Lupita no tenía dinero, porque la primera defensa fue muy costosa. “Nuestros honorarios fueron menos quinta parte de lo que cobró el equipo anterior”.
El proceso concluyó para atleta y el grupo de abogados colombianos. Por ahora, Lupita González demandó a los abogados que llevaron su primera defensa, pero ellos también interpusieron dicho recurso en contra de la atleta. Puntualizó que no tienen temor a represarías por parte de Conade.
Tras la ratificación de la suspensión por cuatro años para Guadalupe González, sólo ha mantenido comunicación es con la Secretaría de Marina, puntualizó, son los únicos que la han apoyado. Mientras que con Conde y Comité Olímpico no ha tenido contacto.
Cronología del caso
La atleta falló en control antidopaje que se le practicó el 17 de octubre del 2018 por trembolona, esteroide anabolizante que alegó ingirió involuntariamente por la ingesta de carne y fue en noviembre de ese mismo año que se dio a conocer el resultado positivo.
Cabe señalar que es una sustancia que se usa en el ganado mexicano para incrementar su masa muscular.
Y en mayo del 2019 que se dio a conocer que la suspensión de cuatro años por parte de la Unidad de Integridad de Atletismo (AIU) de la Federación Internacional de Asociaciones de Atletismo (IAAF).
La sanción fue apelada por la subcampeona olímpica ante el TAS y buscaba que se redujera. Pero el jueves 2 de julio, un panel de árbitros del TAS confirmó la sanción que le había impuesta por la IAFF. En la resolución se indica que la medallista olímpica no justificó que el consumo de trembolona no fue intencional.
“Basado a la apelación el tribunal concluye que la atleta no demuestra como ingresó la sustancia dopante a su cuerpo, y tampoco demuestra que haya sido de manera intencional. Por lo tanto, no hay ninguna razón para disminuir el castigo de cuatro años después de analizar la apelación”, se indica en el comunicado.
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