“Quiero empezar a experimentar cosas, esto es nuevo para mí. No estoy apurado, quiero extrañar un poco el fútbol, sentir que me falte”. Gonzalo Rodríguez acaba de colgar los botines y se toma con calma lo que acontecerá en el futuro cercano. Tiene la idea de seguir ligado a San Lorenzo e incluso ya habló con el presidente, Marcelo Tinelli, sobre ese plan. Además, planea hacer el curso de entrenador. Pero hoy es momento de detener la pelota, mirar hacia atrás y saber dónde está parado.
En diálogo con Planeta 947, el ahora ex futbolista de 36 años hizo un breve repaso de su trayectoria que incluyó su inicio y final en San Lorenzo, la estadía en Villarreal de España, la Fiorentina de Italia y la selección argentina.
Entre lo más destacado, dio detalles del excelente grupo humano y calidad de plantel del Submarino Amarillo, con el que alzó la Copa Intertoto en 2004 y pisó las semifinales de la Champions League (se las perdió por una lesión de tobillo). “Nos juntábamos siempre a comer con Román (Riquelme), Lucho Figueroa, el Vasco Arruabarrena, Somoza, los uruguayos Forlán y Viera... Román muy pocas veces dejaba pagar, decía que se tenía que ir y se levantaba para pagar”, reveló Gonzalo.
Pero además había una casa fija para los asados semanales: la de Forlán. El charrúa era buen anfitrión pero mal parrillero, según Rodríguez: “No sabía hacer un pedazo de carne, no lo hizo nunca. Ponía la casa y limpiaba todo pero hacer un asado, no”.
Por otra parte, alabó a los compañeros mencionados por sus cualidades futbolísticas y sumó un par de nombres para comprender por qué aquel Villarreal de Manuel Pellegrini dio que hablar a nivel mundial: "Estaba Santi Cazorla que recién salía de inferiores y era un fenómeno y José Mari, por eso salían las cosas como salían".
Sobre las diferencias entre Riquelme y Pellegrini, aclaró: “Manuel tenía una manera de trabajar con la que transmitía mucha tranquilidad y con los argentinos tenía un afecto especial. Eso (su pelea) pasó a lo último. Al principio no se llevaba mal con Román, todos querían el beneficio del equipo y hablaban mucho. Después a medida que pasaron los años, se desvirtuó la relación”.
EL CRUCE CON EL BRASILEÑO ADRIANO
Cuando a Gonzalo Rodríguez le consultaron quién fue el delantero que más le costó marcar, señaló al Emperador: “Era imposible. En un partido fuimos a trabar y yo sabía que se me venía un tren de frentem entonces le puse la plancha arriba y lo enganché. Estuve todo el resto del partido cagado. Me amenazó con el dedo, me dijo ‘ya te voy a agarrar’ y estuve todo el partido pensando en que no me agarrara porque me mataba. No me acerqué nunca más”.
En la misma sintonía, habló de Zlatan Ibrahimovic: “Con los delanteros grandotes es inevitable que vayas a chocar y tengas roces porque es el juego de ellos y es difícil anticiparlos. Zlatan me tocó en su etapa del Barcelona, ¿cómo hacías para anticiparlo si mide 2 metros y debe calzar 48? Son jugadores que juegan mucho con el cuerpo, les pegás, los empujás y los agarrás para anticiparlos”.
MÁS SOBRE ESTE TEMA: