Mike Tyson no tiene dudas: quiere volver a pelear. Pese a sus 53 años, el norteamericano está trabajando hace semanas para que este año pueda subirse al cuadrilátero en un combate de exhibición y poder demostrarle al mundo que aún mantiene las cualidades que supo demostrar durante finales de la década del 80 y principios de los 90 que le permitieron convertirse en el campeón mundial de los pesos pesados más joven de la historia.
Pese a que aún se desconoce quién será su rival, el ex púgil tiene la cabeza en su vuelta y a veces comparte algo de su entrenamiento con sus millones de fans. En esta ocasión, publicó en sus redes sociales un video de menos de un minuto en donde se pueden apreciar su velocidad y su fuerza. Además, el detalle es que esta es la primera grabación que realiza sobre el cuadrilátero.
Si bien en el video dirige sus puñetazos hacia un asistente que sólo se dedica a recibir golpes, queda claro que Iron Mike aún tiene el toque que lo llevó a la gloria máxima. A su vez, la publicación recopila momentos de varias prácticas, ya que se lo ve vestido con distinta ropa en algunas escenas que parecen realmente de película.
Tyson, de 53 años, ha remarcado que su regreso al deporte de los guantes tiene dos objetivos: uno personal y otro solidario. El primero de ellos es demostrarse a sí mismo que ha dejado atrás la etapa oscura de su vida en la que se rodeaba de fiestas, drogas y alcohol, período que había desembocado en depresión y sobrepeso. El segundo busca recolectar dinero para donarlo a personas en situación de calle, como dejó en claro en varias entrevistas.
En mayo el legendario deportista aseguró que no se enfrentará a su ex rival y compatriota Evander Holyfield en el combate de exhibición, que marcará su regreso al cuadrilátero tras 15 años. Días más tarde el propio Holyfield explicó que no hubo acuerdo por el simple hecho de que él quería que la pelea no tuviese un ganador, pero Tyson sí pretende que alguien se quede con el triunfo.
“Tenemos tantos tipos que quieren hacer esto. Estamos en llamadas, haciendo negocios con muchachos candidatos en este momento. No vas a creer los nombres cuando se den a conocer. Esta semana tendremos el contrato terminado”, declaró Iron Mike, sin dar certezas sobre su potencial rival. “No estoy buscando nocauts y no voy a más de tres rounds de tres minutos. Lo haremos de manera adecuada. Pero voy a estar en buena forma. Y si alguien piensa que me van a pegar, no quiero que piensen que no voy a devolverle el golpe”, explicó en aquel entonces en una entrevista brindada al rapero Lil Wayne en su programa de radio Young Money.
En junio, Shannon Briggs, de 48 años, informó que llegó a un acuerdo para ser él su contrincante: “Tyson y yo vamos a atar los guantes, vamos a retumbar, a retumbar en la jungla. Vamos a dejar que nuestros puños hablen”, aseguró en una charla que mantuvo con un fanático en Instagram, pero esto nunca se oficializó. El estadounidense fue campeón mundial de los pesos pesados en 2005 y se retiró en 2016 con un impactante récord de 60 triunfos (53 por nocaut), 6 derrotas y un empate.
Ya han pasado 15 años después de la última pelea oficial de Tyson, la derrota ante Kevin McBride en 2005. La difusión de sus videos entrenando, ensayando golpes y en un estado físico envidiable, a días de cumplir 54 años, encendió a sus fanáticos, aunque también activó las alarmas de varios expertos que señalan que este evento podría ser fatal.
Uno de ellos fue Bob Arum, promotor del campeón actual Tyson Fury, quien reconoció que recibió un llamado para organizar el combate y optó por desistir: “Se trata de algo grave, no voy a participar en algo que podría ser realmente mortal”, señaló en diálogo con Sky Sports. “Mike Tyson era un gran luchador, ahora tiene más de 50 años. No va y pelea realmente en serio contra un tipo que está en la cima de su carrera en sus 30 años. Eso no está bien y nadie debería alentarlo”, insistió en un tono preocupado por lo que podría significar para Mike Tyson medirse ante el mejor boxeador del momento.
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