Con el paso de los años y sobre todo después de ganar cuatro medalla de oro en los últimos Juegos Olímpicos de Río 2016, Simone Biles se transformó en una de las deportistas más populares del mundo. Más allá que su primera aparición olímpica fue exitosa y que el año pasado se convirtió en la gimnasta que más preseas obtuvo en la historia de los Mundiales de su disciplina, la atleta estadounidense convive con un episodio que la marcó para toda su vida.
En enero de 2018, Biles reconoció públicamente estar tomando medicamentos para combatir la ansiedad después de confesar a través de sus redes sociales que ella también había sido víctima de Larry Nassar, el ex médico del equipo nacional estadounidense condenado a un máximo de 175 años de prisión por abusar de más de 350 menores y mujeres deportistas. “Yo también soy una de las muchas supervivientes de las que abusó sexualmente Larry Nassar. Este comportamiento es completamente inaceptable, repugnante y abusivo”, confesó la gimnasta.
Este lunes, junto a la de otras más de 140 atletas que fueron víctimas del abusador Nassar, Simone puso su firma en una demanda contra el Comité Olímpico y Paralímpicos de los Estados Unidos por abuso sexual. Además de la confirmación de la participación de la gimnasta más laureada en la historia de los Mundiales de gimnasia, también se presentaron en la moción los abogados de otras históricas gimnastas estadounidenses como Madison Kocian, Aly Raisman, McKayla Maroney, Kyla Ross, Jordyn Wieber y Jamie Dantzscher.
Según indicaron los abogados de las demandantes, el objetivo de la causa será solicitar el testimonio de los dirigentes actuales y los que trabajaron en la época en la que Nassar era el encargado médico del equipo que representaba al Team USA en competiciones nacional e internacionales. De esta manera, Biles buscará someter a las propias autoridades del Comité Olímpico al que representa en cada una de sus participaciones en el mundo de la gimnasia.
La presentación judicial presentada en la Corte Federal de bancarrota en Indianápolis buscará el testimonio de, entre otros, Susanne Lyons, la actual presidenta del Comité Olímpico y Paralímpico de EEUU (USOPC), el de Scott Blackmun, ex director del organismo, y el de Alan Ashley, el ex encargado de rendimiento deportivo del equipo nacional.
En febrero de este años, los abogados que representan a la federación que rige la gimnasia en territorio estadounidense, USA Gymnastics, propusieron una oferta de solución del caso por una suma de 215 millones de dólares. Dicho ofrecimiento fue rechazado por las más de 140 víctimas del abusador Nassar, ya que la propuesta liberaba al Comité Olímpica cualquier otro reclamo en el presente o futuro.
Según indicó la prensa local, la documentación oficial presentada por los abogados de las demandantes ante la justicia indica que "la intención es proteger a las víctimas para que ante la justicia y el público se conozca la verdad de lo que el USOPC sabía sobre el abuso sexual de sus atletas”.
En este sentido, según una investigación realizada por la firma de abogados Ropes & Gray en nombre del Comité Olímpico y Paralímpico de EEUU, con sede en Boston, tanto Blackmun -ex director del ente- como el encargado deportivo del equipo fueron informados por el ex director de USA Gymnastics Steve Penny sobre las agresiones sexuales de Nassar a gimnastas del equipo nacional en julio del 2015. El mismo informe confirma que los dos dirigentes del ente que regula el deporte en Estados Unidos no apuntalaron la acusación contra el ex médico abusador.
Aquel 24 de enero de 2018 quedó en la historia del deporte como el día en que el protagonista del mayor caso de abuso sexual fue acusado después de escuchar testimonio de varias de sus víctimas, que tomaron el coraje para enfrentar cara a cara a Nassar y hacer públicas las atrocidades que sufrieron en manos de quién fuera parte de su equipo de trabajo. “Es mi honor y privilegio sentenciarlo porque no merece caminar fuera de una prisión jamás, no hizo nada por controlar lo que usted sentía. Acabo de firmar tu sentencia de muerte”, dijo la jueza Rosemarie Aquilina en su discurso.
Mientras continúa con su preparación para participar de los próximos Juegos Olímpicos de Tokio 2020 que fueron postergados hasta el año próximo, Simone Biles se unió a otras afectadas y firmó una demanda que busca encontrar más culpables en el peor caso de abuso sexual en la historia del deporte.
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