El rol del personaje de Julio Humberto Grondona, interpretado por Luis Margani en la serie El Presidente, toma mayor trascendencia a medida que avanza la trama, ya que es él quien oficia de mediador en la mayoría de los conflictos que existen entre los dirigentes de la Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol). En la quinta entrega de la obra que está disponible en la plataforma Prime Video de Amazon, dicha función queda más que clara en una reunión que él organiza para buscar que los conflictos terminen en el organismo.
La situación que se expone en la ficción es compleja. José Hawilla, dueño de la compañía brasileña Traffic, demandó en los tribunales de la Justicia estadounidense a la Conmebol por incumplimiento de contratos, debido a que el ente acordó con Full Play (de Mariano Jinkis) los derechos de televisación de certámenes que en realidad pertenecían a la empresa brasileña. Todo esto ocurre en pleno Mundial de Brasil 2014 y los presidentes de las federaciones sudamericanas amenazan con iniciar una guerra contra el denunciante, pero Grondona advierte sobre los peligros de esta batalla y elige entonces convencer a empresarios y dirigentes de hacer un pacto. Para eso, convoca a Alejandro Burzaco.
La reunión entre el entonces CEO de Torneos, Jinkis y Hawilla tiene lugar en el Maracaná, horas después de Alemania venciera a la Argentina por 1 a 0 en la final del Mundial 2014. Allí, el trinomio acepta crear DATISA, un conglomerado formado por Traffic, Torneos y Full Play. La paz retorna por fin a la Conmebol, pero no todo es alegría para Don Julio.
El presidente de la AFA tuvo que encabezar las negociaciones en el marco de un profundo dolor por la derrota que su seleccionado había sufrido. “Si yo hubiera ganado este Mundial, me hubiera retirado en paz”, le confiesa a Sergio Jadue, presidente del fútbol chileno y verdadero protagonista de la serie. El dirigente le recuerda que bajo su mandato, el combinado albiceleste se consagró campeón con Diego Maradona en México 86, pero Grondona lo deja claro: “Era nuestro ‘Maracanzo’, hubiera reescrito la historia del fútbol sudamericano”.
Un par de semanas después de aquella final, Grondona murió en Buenos Aires y un año más tarde el FIFA Gate estalló, dejando al desnudo el entramado de corrupción que existía en el organismo rector del fútbol mundial y en la Conmebol.
En la vida real Burzaco, ex CEO de Torneos, reconoció ante la Corte Federal de Nueva York haber participado de la red de sobornos para garantizarse la televisación de los torneos más importantes y enfrentó los cargos por lavado de dinero, fraude electrónico y crimen organizado. Pagó una fianza de 21,6 millones de dólares y aceptó colaborar con la Justicia. Aún se aguarda por su sentencia, la cual fue aplazada en dos ocasiones.
Por su parte, Mariano Jinkis y su padre, Hugo, se entregaron ante la Justicia argentina y evitaron la extradición a Estados Unidos. Mientras que José Hawilla murió en mayo de 2018 en San Pablo, luego de haber testificado ante los tribunales norteamericanos y de haber sido uno de los soplones que permitieron conocer cómo era la telaraña de sobornos dentro del fútbol sudamericano.
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