El boxeo sin guantes es un deporte en el que se rompen costillas y manos, los rostros se cortan, los hombros se dislocan y las narices y los pómulos sufren daños graves. No es extraño que los espectadores de la primera fila se salpiquen repentinamente de sangre cuando el rostro de uno de los luchadores sufre un corte profundo. Es natural, nadie se horroriza. De hecho, la satisfacción del público es directamente proporcional a los daños de los peleadores. En el boxeo estilo bare-knuckle, que traducido al español sería “nudillos desnudos”, los daños son mayúsculos, pero también moneda corriente.
Este fin de semana se celebró en Polonia el Gromda Fight Club, certamen con una modalidad de eliminación directa en el que participaron ocho luchadores. Los enfrentamientos se realizaron a cuatro asaltos de dos minutos cada uno y en caso de que en ese lapso los dos protagonistas siguieran de pie se celebraba un round más sin límite de tiempo hasta que uno caiga. El campeón fue Krystian Tyson Kuźma, cuyo apodo surge debido a la similitud en potencia de sus golpes con los que solía dar el ex boxeador estadounidense campeón mundial de los pesos pesados y estrella del deporte mundial en la década del 90.
Kuźma ganó los combates de cuartos de final y semifinales en el primer round y el último en el tercero, ante Michał “Kickboxer” Bławdziewicz, quien llegó como el gran candidato y se fue con el rostro ensangrentado. Este domingo se viralizó el nocaut que le permitió al campeón triunfar en su primera pelea.
Cuando apenas iban algunos segundos, Kuźma logró derribar a Bławdziewicz, quien se levantó, tomó aire y decidió continuar, pero en el siguiente ataque recibió un uppercut en el mentón que no pudo detener y cayó inconsciente sobre la lona. De inmediato, fue trasladado en camilla a un hospital cercano y hasta el momento la prensa local no publicó ningún parte médico que refiera a su estado de salud.
El evento pudo seguirse por PPV en Polonia a un módico precio de 22 dólares y se realizó sin público debido a la pandemia del coronavirus. Para darle un ambiente más salvaje, el gimnasio fue decorado como si fuese un callejón, con paredes mal pintadas, graffieties y autos antiguos estacionados allí dentro. Además, en cada lado del cuadrilátero de 4x4 metros se ubicó una mujer con look rockero.
David Feldman, presidente de Bare Knuckle Fighting Championship (BKFC) había mostrado su interés de que Mike Tyson participe de un combate d estas características en su vuelta al boxeo, incluso, se había filtrado una oferta cercana a los USD 20 millones. Sin embargo, el estadounidense habría rechazado esta propuesta ya que a sus 53 años esta modalidad resultaría ser demasiado violenta para él.
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