A casi un mes de la emisión de los últimos capítulos del documental The Last Dance, la serie de 10 episodios que desenmascaró el detrás de escena de la última temporada de los míticos Chicago Bulls campeones de la NBA en la temporada 1997-98, el mundo del deporte todavía sigue descubriendo historias sobre Michael Jordan, el hombre que estuvo en el foco de atención por ser el personaje central de una historia inolvidable para los amantes del básquet.
Antes de convertirse en, tal vez, el mejor jugador de todos los tiempos y uno de los atletas más reconocidos de la historia, Jordan fue un niño que disfrutó de una infancia en la que sólo se preocupaba por intentar ser mejor al resto. Así fue criado por sus padres, Deloris y James, que desde pequeño le inculcaron que siempre tenía que superarse hasta alcanzar su mejor versión. “Competimos por el amor de mi padre”, dice Michael en la serie por los enfrentamientos con su hermano mayor Larry.
Pero cuando todavía era un chico que disfrutaba de la escuela primaria en Carolina del Norte, un incidente marcó su vida. Con sólo 7 años, presenció cómo un amigo fue arrastrado por una ola mientras estaban nadando. Esta historia es parte de un relato de Michael Jordan The Life, la biografía escrita por Roland Lazenby que fue publicada en 2014.
“Fui a nadar con un buen amigo. Estábamos jugando con las olas cuando vino una enorme que lo arrastró. Él me agarró. Fue una presa muy fuerte, la llaman la presa de la muerte, la forma en la que agarra alguien que ve que va a morir. Casi tuve que romperle la mano porque me iba a arrastrar con él", contó Jordan en el libro que lo tiene como protagonista, en un hecho que también se dio a conocer en una entrevista que el histórico 23 de los Bulls le concedió a la revista Playboy en 1992, el año que Chicago ganó su segundo título de la NBA.
Al ser consultado sobre si llegó a salvarlo, MJ respondió: “No, él murió y yo no me meto al agua desde entonces”, recordó uno de los grandes deportistas de todos los tiempos.
Después de lo que ocurrió con un amigo íntimo, Jordan le tomó miedo al agua. Se transformó en una fobia para el legendario jugador ganador de seis anillos de campeón de la liga más famosa del mundo del básquet. “Todo el mundo tiene alguna fobia. La mía es que no me gusta nada el agua”, agregó.
Más allá de la tragedia de la que fue protagonista, Michael también tuvo otro episodio similar varios años después cuando tuvo otro incidente en una piscina cuando participaba de un campus de béisbol.
Con el paso del tiempo, a Jordan se lo vio dentro de una pileta en situaciones extraordinarias. Por ejemplo cuando sufrió una grave lesión en su segunda temporada en la NBA y tuvo que utilizar el agua como instrumento de rehabilitación. Más allá de eso, intenta evitar el contacto. O sí lo hace, se protege al máximo. ¿Qué sucede cuando se sube a un barco? “No me subo sin chaleco salvavidas. No. Ni me subo a barcos pequeños. Tiene que ser un barco grande”, reflexiona en una entrevista que volvió a ser noticia después del éxito de la serie que lo tuvo como protagonista excluyente.
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