Las Vegas se volvió a encandilar con el regreso de UFC a sus noches. En la velada de Nevada el principal protagonista fue Gilbert Burns, quien dominó al ex campeón de peso welter Tyron Woodley para ganar por decisión unánime.
En cambio, el momento más polémico estuvo a cargo del brasileño Augusto Sakai, quien aprovechó una maniobra prohibida que pasó inadvertida para hacerse con una victoria por decisión dividida sobre Blagoy Ivanov, en el penúltimo duelo del primer evento de UFC en su ciudad natal desde que comenzó la pandemia del coronavirus.
La cita se celebró sin la presencia de público en el UFC Apex, un pequeño gimnasio con instalaciones para emitir los combates en el campus corporativo de la plataforma.
En el combate principal, Burns (19-3) dominó la pelea de pie y en el suelo, terminando el combate más importante de la noche con lo que probablemente fue la victoria más importante de su carrera, y la sexta consecutiva que logra desde julio de 2018, incluidas cuatro seguidas desde que volvió al peso welter.
Desde que derribó a su rival en primer asalto y hasta su contundente final, el brasileño asentado en Florida derrotó con contundencia a uno de los pesos welter más consolidados en la historia y defendió su campaña por conseguir un combate con Kamaru Usman, que es su socio de entrenamiento. Los jueces dieron los cinco asaltos a Burns, con puntuaciones de 50-45, 50-44 y 50-44.
Tras un receso de ocho semanas, UFC volvió a la competición con tres eventos en ocho días en Jacksonville, Florida. Además, aspira a celebrar combates casi semanales durante el verano dentro de su amplio contrato con ESPN. Las peleas se han trasladado a la sede de la plataforma después de que la Comisión de Deportes de Nevada aceptara hace tres días permitir el regreso de los deportes de combate.
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