El escándalo explotó en el 2010: el prometedor mediocampista Gonzalo Chila no era, en realidad, quien decía ser. Su nombre verdadero era Ángel Cheme y tenía tres años más de los que indicaba su documentación. A una década de aquel suceso, que le costó una suspensión final de más de un año, el protagonista de esta grotesca historia dio detalles inéditos y escandalosos de lo acontecido.
“Liga se entera en el momento que me iba a jugar la final de la Suruga en Japón. En el 2010. Ya comienza a llamar para decir que yo no soy el propio Gonzalo Chila, que es él, presenta su cédula. Va hasta la oficina de don Rodrigo Paz a pedir porque yo iba a ser transferido en 3 millones de dólares, a pedir una cantidad... Uno le puede regalar más de 200 mil o 300 mil”, contó en una entrevista con el programa Fútbol sin Cassette.
La fecha que señala es previa a agosto del 2010, cuando el combinado por entonces dirigido por Edgardo Bauza viajó a Japón y perdió por penales contra el FC Tokyo en la definición de la Suruga Bank con Cheme entre los titulares. Entre finales de agosto y comienzos de septiembre, Cheme también jugó algunos minutos de la primera final de la Recopa Sudamericana contra Estudiantes de la Plata
“Liga va y me dice a mí en el problema que yo estoy para arreglar y hablar con las personas. Yo quiero arreglar el problema con el propio Gonzalo Chila en la oficina, pero lamentablemente nunca quisieron firmar nada, siempre quisieron dinero. Como decir, entregáme la bolsa de dinero, me voy y mañana te hago sonar el teléfono “quiero otra bolsa”. ¿Me están entendiendo?", insistió sobre lo ocurrido quien hoy tiene 38 años.
Cheme, nacido en 1981 realmente, utilizaba la cédula de identificación de Chila (1984) desde el 2003, cuando aplicó esa trampa para poder ser parte de un torneo juvenil. El escándalo explotó mediáticamente en diciembre del 2010 y tuvo ribetes oscuros: el periodista del diario ecuatoriano El Universo Guido Manolo Campaña fue secuestrado durante siete horas tras viajar a la ciudad real de Chila para entrevistar al pastor evangélico que denunció que utilizaban su identidad. “Le advirtieron que lo matarían y atentarían contra su familia si se hacía pública la investigación”, informó en aquellos tiempos el periódico donde trabajaba.
Días más tarde, y sin la presencia de Cheme en el anuncio, la Federación Ecuatoriana de Fútbol suspendió al futbolista por dos años y se determinó que la suplantación de identidad había comenzado en el 2003, cuando el implicado fichó por el Aucas. Tras vestir las camisetas de Talleres y Olmedo en su país, arribó a Liga de Quito en el 2009 donde tiempo más tarde se conocería el caso. “Yo te digo, profundamente, no sé si Liga ya tenía conocimiento de todo el problema que estaba pasando, pero sí cuando íbamos a Japón que él va a hablar con Rodrigo”, denunció. Y aclaró por qué aquellos que lo denunciaron decidieron acudir a las autoridades justo en ese momento: “No me querían dejar salir del país porque decían que ya me iba a quedar en Japón”.
Si bien el tema se confirmó en diciembre del 2010, las nuevas declaraciones públicas de Cheme exponen que Liga lo utilizó tanto en la final de la Suruga Bank de agosto y en la definición de la Recopa Sudamericana conociendo la verdad del asunto. La Conmebol indica que se deben realizar reclamos de irregularidades en las 24 horas posteriores al compromiso, por lo que Estudiantes de La Plata estaría impedido de reclamar por la final perdida. “De esto nos enteramos hace 1 o 2 horas. Esta es una circunstancia diferente que tiene más que ver con cuestiones civiles y/o penales. Analizaremos si hay algún espacio en el reglamento que nos pueda amparar. Veremos si hay algún resquicio como para presentar un reclamo. De todas maneras es muy difícil que se concrete”, aclaró el actual vicepresidente del Pincha Martín Gorostegui en diálogo con la cadena de La Plata CieloSports.
OTRAS REVELACIONES DE CHEME
• El día que su mujer lo descubrió: “Yo por primera vez me compro un carro en el 2007 en el Olmedo. Le digo a mi esposa que íbamos a visitar a mi mami. Del miedo, que no sabía manejar bien, me quedo pegado en un hotel de Santo Domingo. Me meto a la ducha y mi esposa tenía ganas de tomar agua. Les digo que le suban un agua. Ella me dice, no hay. Bueno, le digo, coja la billetera para que vaya a comprar ahí abajo. ¡En la billetera están las dos cédulas! La de Chila y la de Cheme. En la de Chila decía casado, pero en la de Cheme decía soltero. Entonces eso fue un quilombo en el hotel, ella estaba embarazada de mi primer hijo, no sabia cómo explicarle. Imaginate ella embarazada y encuentra una cédula de Chila que dice casado, me armó un quilombo que no sabia dónde meterme”.
• La relación con el verdadero Chila: “Para ninguna persona es normal estar con una identidad que no es tuya. Toda la vida hablé con él (Chila). Tengo todos los depósitos a la hermana de él”.
• Los pagos que realizó a cambio de la cédula de identidad: “Nosotros queríamos darle un valor, yo en lo personal, te soy sincero, vendí mis cosas, vendí mi carro, por darle el dinero. Reuní el dinero que ellos querían, pero yo quería dárselo firmado, todo legal. Sabía que tenía que irme, pero no quería que vengan de aquí a mañana a decirme: ¿Sabes qué? Quiero otra bolsa llena de dinero. Porque yo ahí sí iba a salir a la prensa a decir todo lo que se firmó. Tenemos todas las grabaciones en mi casa, las negociaciones. El negocio estaba hecho, con la plata en la mesa y no quisieron firmar”.
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