Mike Tyson parece decidido a volver al ring quince años después de su última pelea, la derrota ante Kevin McBride en 2005. La difusión de sus videos entrenando, ensayando golpes y en un estado físico envidiable, a días de cumplir 54 años, encendió a sus fanáticos.
Bajo la tutela del brasileño Rafael Cordeiro, reconocido coach de las artes marciales mixtas, Iron Mike parece haber rejuvenecido. El boxeador llegó a pesar 172 kilogramos después de su retiro; sin embargo, se embarcó en un largo proceso de reacondicionamiento y, aunque no dio detalles oficiales, se estima que perdió alrededor de 60 kilos, además de ganar una impactante musculatura.
El primer paso para cambiar su metabolismo lo dio cuando decidió dejar de comer carne y se transformó en vegano, hace una década. Hoy sigue una dieta estricta, más allá del riguroso entrenamiento, que incluye cardio. “Necesitas hacer cardio, lo intenté, y comencé con dos horas al día, debes asegurarte de eso. Debes asegurarte de comer la comida adecuada. Necesitas hacer lo que odias, pero hazlo de una manera que no se sienta como nada. Levántate cuando no quieras levantarte. Me estoy convirtiendo en un esclavo de la vida, lo que significa ser la mejor persona que puedo, lo mejor que pueda”, dijo Tyson en un programa de radio con el rapero LL Cool J.
Según informó The Sun, su puesta a punto también se relaciona con un tratamiento de células madre al que ya se sometieron Cristiano Ronaldo y Rafael Nadal, entre otros. El portal británico asegura que la práctica utiliza “sangre que se extrae del cordón umbilical de los recién nacidos, de la médula ósea o de la grasa corporal”, y se inyecta en los atletas.
“Cuando tomaron mi sangre, era roja. Cuando regresó, era translúcida. Casi podía ver a través de la sangre, y me la inyectaron. Y desde entonces he sido raro: me siento equilibrado ahora”, comentó el ex rey de los pesados.
Quienes promueven el tratamiento aseguran que es útil para “reducir el dolor y la inflamación, para aumentar el flujo sanguíneo y promover el crecimiento de los tejidos”. Claro que no es barato: el costo promedio oscila entre los 5.000 y los 25.000 dólares.
Pero para Tyson se trata de una inversión detrás de este resurgimiento. En su época de gloria, su dieta consistía en incorporar entre 3.000 a 4.000 mil calorías de carbohidratos y proteínas por día. Hoy, su vida es otra, su cuerpo es otro. Pero no varió su apetito por regresar al boxeo, donde cosechó 50 victorias (44 por nocaut).
En las últimas horas, y ante la danza de nombres de reconocidos boxeadores que podrían sumarse al regreso de Tyson a un ring, se produjo la aparición de un personaje actual del mundo del boxeo. El propio Tyson Fury, el rey de los pesados después de vencer a Deontay Wilder en febrero pasado, deslizó que podría ser parte de la exhibición junto con Iron Mike.
En diálogo con la cadena inglesa BT Sports, el británico confirmó que lo llamaron para sumarse. "Recibí una llamada telefónica con la propuesta de pelear contra Mike Tyson. Pensé ‘¿Qué?’”, declaró Fury.
“Sí, recibí una llamada telefónica que decía: ‘¿Te gustaría pelear contra Mike Tyson en una pelea de exhibición?’ Yo estaba como... ‘¡demonios, sí!’”, agregó el monarca de los pesados.
Otra opción era un viejo conocido de Iron: Evander Holyfield; sin embargo, el propio Mike lo descartó. Se trata de una velada con fines solidarios. ¿Cómo impactarán la edad, la dieta y el tratamiento en la potencia de Tyson?
MÁS SOBRE ESTE TEMA: