El tenista suizo Roger Federer, que continúa respetando la cuarentena que rige en su país, el cual tiene un número de 30 mil contagiados y 1905 muertes, realizó un videollamada con su colega brasileño Gustavo ‘Guga’ Kuerten en el marco de una campaña benéfica.
Fue durante esa entrevista cuando “Su Majestad” dejó una frase que hizo ruido en los fanáticos, asegurar que no está entrenando al considerar que no es necesario ya que, según él va a pasar mucho tiempo antes de que regresen las competiciones.
“Es importante para mí tomarme un buen descanso ahora. No echo tanto de menos el tenis, aunque cuando estemos cerca de volver y tenga un objetivo para entrenar, estaré supermotivado”, indicó.
La crisis por la pandemia del coronavirus obligó a posponer el torneo de Wimbledon y los Juegos Olímpicos de Tokio, que eran los principales objetivos del suizo este año.
Habrá que ver cómo afecta a un hombre de 38 años un parate tan extenso sin actividad física ni ejercicios de regeneración y cuánto tardará en ponerse a punto en el caso de que vuelva la competencia a corto plazo.
Una postura diferente tomó su máximo rival y amigo Rafael Nadal, quien volvió a los entrenamientos en las pistas de su academia en Manacor (Mallorca) a la espera de competir en los circuitos profesionales tras dos meses de confinamiento por la pandemia del coronavirus.
Al igual que el español, Roger Federer también cree que la competencia será muy diferente y reconoció que sentiría una gran incomodidad si tuviera que competir en una cancha sin público, si la pandemia del coronavirus así lo exigen.
“Está claro que la posibilidad es factible, pero creo que podríamos esperar el momento apropiado para regresar en las mejores condiciones, con al menos un tercio del estadio lleno o a mitad de entrada”, consideró y agregó: “Sería muy difícil para mí disputar grandes torneos a puerta cerrada”.
Uno de los mayores miedos del suizo durante su carrera profesional fue el de plantearse una retirada forzada en 2016 por culpa de una lesión de rodilla, una confesión que también contó en la entrevista con Kuerten que difundió el portal Globoesporte.
“Tuve la lesión en 2016 y fue un año muy difícil. Tenía pensamientos, claro. ¿Será que este va a ser el final? ¿o no?. Pero realmente sentí que esa cirugía no iba a terminar con mi carrera. Creía que tendría una segunda oportunidad. Y la tuve. Eso fue una gran sorpresa para mí. Pude regresar en 2017 muy fuerte, no solo en el Abierto de Australia, sino durante todo el año”, concluyó.
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