La imagen da la vuelta al mundo: David Luiz, el capitán, se marcha del Estadio Mineirao de Belo Horizonte desconsolado, con su cara repleta de lágrimas. Acaba de ser una de los apellidos involucrados en una de las derrotas más duras para la selección de su país: Alemania acaba de golear a domicilio 7-1 a Brasil por las semifinales del Mundial. Esa foto será portada de decenas de periódicos y el defensor será señalado como uno de los máximos culpables.
A seis años de aquella escena histórica para el fútbol brasileño, el actual defensor del Arsenal de Inglaterra decidió tocar el tema y lanzó declaraciones explosivas contra sus ex compañeros: “Los primeros seis meses, para mí, muchas personas se escondieron, no querían compartir o asumir la responsabilidad, y llevé la carga solo por mucho tiempo”.
Si bien omitió señalar específicamente a alguien, aquel plantel comandado por Luiz Felipe Scolari tenía apellidos de la talla del arquero Júlio Cesar, el lateral Maicon o el mediocampista Fernandinho por citar algunos ejemplos. También estuvieron fuera del once inicial ese día otros referentes como Dani Alves, Neymar (lesionado previamente) o Thiago Silva, quien era el portador de la cinta de capitán hasta que quedó relegado de la semifinal por acumulación de amarillas.
En la entrevista que realizó con la televisión oficial del Benfica, club donde desarrolló sus primeros pasos como futbolista en Europa, aclaró: “No estábamos acostumbrados a perder por dos, tres goles de diferencia y darlo vuelta. De repente, fue un golpe. Un juego en el que todo sale mal. Hoy lo pienso y, tal vez en ese momento, como capitán, es 3-0 y digo ‘esperen, para todo, vengan aquí’. Vamos al descanso, volvemos, marcamos un gol y todo cambia aquí. Pero para tener esa preparación necesitás vivirlo y no había vivido eso antes”.
En la videollamada que protagonizó, el futbolista que hoy tiene 33 años aseguró que había tenido una buena actuación en la Copa del Mundo hasta ese encuentro donde en 29 minutos ya caían 5-0: “La gente recordaba todo lo que hice en la Copa, pero en el fútbol, con el resultado, borras todo”.
Aquel día, el marcador central concedió una entrevista luego del partido en pleno de campo de juego y con lágrimas en sus ojos dijo: “Pido disculpas a todo el mundo, al pueblo brasileño. Todos saben lo importante que era para mí, para el grupo. Yo sólo quería darle una alegría a mi pueblo. A mi gente, que sufrió tanto, tantas cosas. Todo el mundo sabía lo importante que era para mí ver a todo el pueblo feliz por causa del fútbol. Es un día de mucha tristeza”.
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