El documental The Last Dance convulsionó al mundo del deporte, especialmente al básquet. Además de salir a la luz varias historias desconocidas e imágenes inéditas, también generó muchas discusiones entre los protagonistas de esta historia y un sinfín de debates.
Los Chicago Bulls, que antes del arribo de Michael Jordan (lo eligieron en el puesto tres de la primera ronda del Draft de 1984) eran una de las peores franquicias y con más baja concurrencia al estadio, revolucionaron la NBA con la obtención de dos three peat: 1991,1992 y 1993 y 1996,1997 y 1998.
La clave del éxito para la franquicia de Illinois fue saber rodear a MJ, quien se convirtió en el mejor jugador de la liga y considerado por la mayoría de los especialistas como el mejor de todos los tiempos en este deporte. Uno de los principales complementos fue el desembarco de Scottie Pippen (elegido en el puesto 5 del Draft de 1987). Juntos formaron un dúo prácticamente imbatible y vital en la obtención de los seis anillos de la institución.
El que sorprendió con sus declaraciones en las últimas horas fue LeBron James, actual figura de Los Angeles Lakers, sobre qué sucedería si él hubiese jugado en ese mítico equipo.
“Crecí con muchas carencias en Akron. En ese ambiente buscas figuras que te inspiren a soñar, y normalmente provienen de la música o el deporte. Ken Griffey Jr. y Deion Sanders fueron importantes para mí, pero Michael Jordan fue ese Dios, el Jesús Negro, ese ángel enviado desde el cielo que usé para salir adelante en mis días más oscuros siendo niño. Verlo jugar le daba impulso a mi vida”, comentó para Uninterrupted, el canal oficial de su casa productora.
Según el Rey, sus características de juego hubiesen calzado a la perfección dentro del equipo de Phil Jackson y que hubiese sido un mejor complemento para Jordan que Scottie Pippen, llevándolo a “un nivel mayor”.
“Pippen es de mis jugadores favoritos de la historia, mucho de mi juego tiene que ver con él”, inició su relato. Aunque luego, agregó: “Por la forma en que yo interpreto el juego, creo que mis mayores atributos se habrían complementado con Michael, él era un asesino y yo tengo una gran capacidad para pasar el balón, leer jugadas y anticiparme a ellas. Habría sido absolutamente otro nivel conmigo jugando de alero en Chicago con Jordan”. En esta última frase, LeBron hace referencia a la posición en que Pippen jugó para los Bulls.
El actual hombre de los Lakers fue campeón de la NBA en tres oportunidades: dos veces con Miami Heat (2012 y 2013) y una con Cleveland Cavaliers (2017). Además ganó dos medallas de oro olímpicas (Beijing 2008 y Londres 2012) y una de bronce (Atenas 2004).
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