Este fin de semana el Mundialista de Seúl fue el escenario del triunfo del conjunto local que lleva el nombre de la ciudad ante Gwangju por una nueva jornada de la K League, la segunda desde que se reanudó el certamen tras la suspensión por la pandemia del coronavirus.
Al igual que en varios países que retomaron la actividad, en Corea del Sur las autoridades prohibieron la presencia del público en las gradas como medida para evitar el contagio del Covid-19 que ya ha matado a más de 316 mil personas en todo el mundo. Es por eso que el Seúl FC decidió colocar maniquíes en las gradas con camisetas y barbijos para representar a los aficionados ausentes.
Lo que ocurrió es que en realidad varias de estas figuras resultaron ser muñecas inflables sexuales colocadas por uno de sus patrocinadores, por lo que la institución emitió un comunicado de inmediato para desligarse de las críticas. Sin embargo, portavoces de la empresa SOLO’S aseguraron que los dirigentes estaban al tanto de lo que sucedería.
Las imágenes se viralizaron por lo ridículo de las mismas y opacaron el triunfo del cuadro local que sumó un triunfo importante que lo deja segundo del líder Sangju Sangmu con 7 unidades en tres fechas celebradas. El único gol del encuentro lo marcó Han Chan-Hee tras un disparo de media distancia a los 25 minutos del complemento que se clavó en un ángulo.
Los espectadores podrán volver progresivamente a las tribunas, cuando se vayan suavizando las medidas de restricción por el gobierno. La federación surcoreana de fútbol había ya autorizado los partidos de pretemporada a poder disputarse desde el 11 de abril.
El deporte va volviendo poco a poco a Corea del Sur, donde la temporada de béisbol comenzó hace dos semanas con cinco partidos a puerta cerrada, y el Korea Ladies Professional Golf Association (KLPGA) Championship fue el primer torneo de golf en disputarse en el mundo desde el inicio de la pandemia.
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