Este domingo se publicó una entrevista que el ex delantero Samuel Eto’o brindó al sitio italiano La Gazzetta Dello Sport y que se enfocó principalmente en su paso por el Inter de Milan, club en el que jugó apenas dos temporadas pero en el que se ganó el cariño del público al haber sido clave en la conquista de la Champions League 2009/10.
El ex artillero arribó al cuadro milanés tras haber triunfado en el Barcelona, en donde había sido contratado bajo la dirección técnica de Frank Rikjaard y sobrevivió a la asunción de Josep Guardiola. El término “sobrevivir” calza justo, ya que el español había puesto su nombre en la lista de “transferibles” apenas tomó el cargo, así como los de Ronaldinho y Deco. El africano eligió quedarse y se ganó el puesto de titular pese a la mala consideración que tenía por parte del entrenador. Finalmente, tras ganar la Champions 2008/09 e incluso marcando un gol en la final, decidió marcharse del elenco catalán.
Eto’o tenía varias ofertas sobre la mesa y optó por un club que buscaba ganar la Champions League luego de más de 40 años sin poder levantar el trofeo. Quien lo convenció para fichar fue el capitán de aquel plantel: “Fue con lo que Marco (Materazzi) se convertiría en mi hermano. La historia de su mensaje de texto es conocida. Un tal Materazzi me escribe: ‘Si vienes al Inter, ganaremos todo’. No tenía ese número guardado y le pregunté a Albertini: ‘¿Es suyo?’. Era suyo. Una cosa así nunca me había pasado. Ese mensaje tuvo un gran peso en mi elección. Y dio a luz a una gran amistad”.
El camerunés se unía a un equipo que era comandado por entonces por José Mourinho, quien también traccionó en la decisión del futbolista: “Me envió una foto de la camiseta del Inter con el número 9 y me dijo: ‘Es tuyo: te está esperando’”.
El técnico portugués y Guardiola iniciarían esa temporada una rivalidad que perdura hasta el día de hoy. Los dos parecen representar dos ideas muy diferentes de lo que deben hacer sus dirigidos dentro del campo de juego, y así lo piensa Eto’o: “El único punto común que tienen estos dos entrenadores es el deseo de ganar. Son personalidades completamente diferentes y tienen una visión diferente del fútbol”.
Esa misma temporada el Inter de Milan se consagró campeón de la Champions al vencer al Bayern Múnich en la final celebrada en el Santiago Bernabéu, luego de haber eliminado al Barcelona en semifinales. Antes de pisar el campo de juego en el partido ante el cuadro alemán, el camerunés se encargó de realizar la arenga que hasta el día de hoy muchos de sus ex compañeros recuerdan: "No fue duró tiempo, simplemente dije, ‘No se juega una final, la ganas. O morimos en el campo y llevamos la copa a Milán, o morimos porque no volvemos a Milán. Regresemos y llevémonos esa Copa’”. Y así fue, ganaron 2-0 con tantos del argentino Diego Milito.
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