Síntomas de una nueva era. Los impactos de la pandemia en el fútbol exigen transformaciones mayúsculas, estructurales, pero también nos obliga a estar atento a todos los detalles, a situaciones mínimas de la vida diaria que ya no son comunes en un mundo azotado por el coronavirus. De eso podrá dar fe el entrenador del FC Augsburg, Heiko Herrlich, quien se perderá el reinicio de la Bundesliga tras la pausa de dos meses por una situación que en el pasado bien podría haber sido considerada como insólita pero que hoy forma parte de la nueva normalidad que el virus le exige al planeta.
A la espera del encuentro contra el VfL Wolfsburgo, en uno de los cinco partidos que este sábado retomarán la actividad, el técnico rompió la estricta cuarentena que estaba cumpliendo junto con todo su plantel para comprar pasta para dientes y crema para la piel.
“Cometí un error al salir del hotel. Incluso si he seguido todas las medidas de higiene al salir del hotel como si no, ya no puedo deshacer esto. En esta situación, no cumplí con mi función de modelo a seguir con mi equipo y el público”, se disculpó Herrlich, quien hasta fines del 2018 dirigió al Bayer Leverkusen y desde marzo de este año comanda al FC Augsburg, un equipo que pelea por no descender a la segunda división.
El estricto protocolo que ideó la Deutsche Fussball Liga (DFL) –ente encargado de regular el fútbol profesional alemán– incluye entre otras exigencias sanitarias la cuarentena de siete días para los jugadores y el entrenador antes del partido, algo en lo que Herrlich no reparó.
Sus declaraciones también se dieron en el marco de esta nueva normalidad: afrontó una conferencia de prensa de manera virtual con los periodistas. “Por lo tanto, seré coherente y asumiré mi error. Debido a esta mala conducta, no estaré en el entrenamiento y tampoco estaré a cargo del equipo contra el Wolfsburgo el sábado”, señaló desde Bobingen, el distrito de Augsburg donde estaban concentrados.
“El caso ha sucedido y no es bueno para todo el proceso en general”, se limitó a decir Jörg Schmadtke, gerente deportivo del VfL Wolfsburgo, rival de esta fecha del equipo de Herrlich.
“Los últimos dos meses han sido una locura. Hemos estado entrenando en equipo durante unos días y gracias a Dios no ha habido ningún caso positivo hasta ahora. Por supuesto, no fueron condiciones normales bajo las cuales entrenamos. Es triste que no haya espectadores, no es un juego en casa normal. ¡Pero las condiciones son las mismas para todos!”, explicó Herrlich en su conferencia tras anunciar que no comandaría al equipo.
El DT de 48 años elogió los métodos de trabajo que se impusieron para volver a jugar al fútbol y por eso aceptó su error ante todos: “Todos aprobamos el concepto de higiene del DFL y tratamos de darle la mejor implementación posible, el riesgo de contagio se minimiza. Todos debemos adherirnos a esto con absoluta disciplina”.
El caso es emblemático para ejemplificar cómo se vivirá la nueva era deportiva alrededor del mundo y, principalmente, el nivel de detalle que exige la Bundesliga para volver a practicar fútbol de manera profesional. El DT del Augsburgo deberá realizarse pruebas de coronavirus en los próximos días y recién podrá retomar el mando del plantel después de haber dado negativo en dos oportunidades.
Alemania contabilizó más de 175.000 casos de pacientes con Covid-19 desde el primer registro del virus en el país y ya superó la barrera de las 7.900 personas muertas a causa de esta enfermedad.
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