Una noche de febrero de 1996, en Las Vegas, la meca de los juegos de apuestas y del boxeo, Oscar de la Hoya le agregó una de las grandes notas a su exitosos currículum en los cuadriláteros. Aquel día, venció a su ídolo personal, la leyenda mexicana Julio César Chávez, pero también se impuso, aunque el resto del mundo nunca lo supo hasta ahora, a otras fuerzas que intentaron evitar su triunfo a toda costa.
“Tenía tíos que estaban contra mí en aquella pelea”, aseguró De la Hoya, mexico-americano, en una reciente entrevista con Yahoo Sports. “Me preguntaban cómo podía pelear contra su héroe, es un rey en México. Pero igual peleé con él", añadió.
De la Hoya aseguró que presuntamente habían pasado muchas cosas en su batalla, situaciones que el público e incluso una parte de su círculo íntimo desconocía hasta ahora. “Yo en aquella época llevaba siempre un parche con el escudo de México y otro con el de Estados Unidos”, contó.
“Pero el gobierno de México me amenazó, que si yo me ponía el parche de ellos, no me dejarían entrar nunca más al país”, confesó, después de más de 24 años del enfrentamiento con Chávez, una de las grandes glorias del deporte mexicano.
De hecho, tengo la carta todavía, estampada (firmada) por el presidente
De la Hoya se refiere a Ernesto Zedillo, que gobernó México desde 1994 hasta el año 2000. Sin embargo, durante la entrevista, nunca mostró el documento mencionado. Pero eso no fue todo. A la presión de un gobierno nacional, se le sumó una amenaza aún más peligrosa.
“Poniendo eso de lado, un Cártel (del narcotráfico), por ser Chávez un tipo tan admirado, vino a mi campamento en Big Bear (estado de California) y me dijeron que si ganaba quién sabe lo que podía pasar después”, relató.
Imagínate la presión. Era simplemente una locura
Sin embargo, con la presión sobre sus hombros, el muchacho de 23 años, medallista de oro en los Juegos Olímpicos de Barcelona 1992 (donde consiguió su apodo, “Golden Boy” o “Chico de oro”) se plantó en Caesar’s Palace y derribó a golpes el mito de Chávez.
De la Hoya necesitó apenas de cuatro rounds para vencer al mexicano de 35 años, que para entonces ya no era la potencia temible que supo ser. Con el triunfo, levantó el cinturón de los Súper Ligeros del Consejo Mundial de Boxeo (CMB).
“Estaba muy concentrado y determinado, estaba listo, aquella noche era una máquina”, recordó De la Hoya. “Esa noche nadie podía vencerme”, aseguró. En 1998, los púgiles volvieron a enfrentarse y en dicha ocasión el “Golden Boy” se impuso en el octavo round.
Su relación con Canelo Álvarez
Después de que el mexicano Saúl “Canelo” Álvarez criticara la forma de conducirse de De la Hoya, ahora convertido en promotor con su empresa “Golden Boy Promotions”, el mexico-americano aseguró que “es sólo un negocio”.
“En todos los años en los que he estado involucrado en el boxeo, adentro y afuera del ring, he aprendido que todo es un negocio. En el boxeo no hay lealtad. Es triste, pero eso es lo que he vivido. Canelo es un gran peleador y lo considero un amigo. Pero es sólo un negocio, nada más”, expresó.
Y es que Álvarez, una de las estrellas contemporáneas del cuadrilátero, definió al promotor como una persona desleal a lo largo de su carrera en el boxeo. “Se puede ver que no hay lealtad en él (De la Hoya)”, dijo el tapatío durante una entrevista con The Athletic en noviembre pasado. “Cambió entrenadores durante su carrera, cambió de gerentes en su carrera, entonces no hay lealtad. Así es él y lo vemos ahora", añadió.
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