Ya son casi dos meses del escándalo de Renato Ibarra, futbolista del América, que fue detenido por golpear a su ex pareja Lucely Chalá, que además estaba embarazada. Mientras el balompié está parado por la pandemia de coronavirus, el delantero tiene un futuro incierto y no parece que haya un club interesado en su carta.
Luego de que el ecuatoriano permaneciera en el Reclusorio Oriente y fuera acusado por por tentativa de feminicidio y tentativa de Aborto, Ibarra participa en los entrenamientos de las Águilas. Esto a pesar que de que el club anunció el término de su relación laboral el 13 de marzo.
Según una fuente consultada por ESPN, el motivo de esto es porque esperan que Renato termine de recuperarse de una lesión muscular en la pierna derecha que lo llevó al quirófano a principios del 2020. Además, buscan que esté en buena forma física para una posible venta.
Sin embargo, el medio aseguró que ningún equipo de la Liga MX ha mostrado interés formal por él. Tales motivos, explica la cadena deportiva, podrían cambiar la decisión de los directivos de Coapa y que el ariete vuelva a jugar para los azulcremas.
Mientras tanto, Ibarra debe asistir a firmar al Reclusorio Oriente mientras termina su proceso por violencia intrafamiliar. Según el medio, en caso de salir una resolución a favor del ecuatoriano, estaría limpio de cualquier antecedente.
El caso de Renato Ibarra
La noche del 5 de marzo se dio a conocer que el ecuatoriano había sido detenido por violencia doméstica contra su esposa, Lucely Estefanía Chalá, y su cuñada Karen. Sin embargo, a los pocos minutos el jugador negó la acusación en su cuenta de Twitter.
Más tarde, autoridades de la Secretaría de Seguridad Ciudadana confirmaron a ESPN que el deportista había sido detenido junto con otras cinco personas. Además, la información fue confirmada también por Medio Tiempo, quienes tuvieron acceso a la carpeta de investigación con el número CI-FTL/TLP-4/CI-1 C/D/00585/03-2020.
La narración de los hecho contenida en ella decía que alrededor de las 20:30 horas Lucely Estefanía Chalá García de 24 años y Ana Karen Chalá García de 31 años solicitaron apoyo policíaco. Los elementos ingresaron al domicilio y realizaron la detención de las seis personas luego de que le fueran leídos sus derechos. Posteriormente, Lucely Chalá fue enviada al Hospital del Pedregal por riesgo de aborto.
Al día siguiente salieron las versiones de varias personas como el padre de las víctimas, Cléber Chalá. El ex futbolista ecuatoriano acusó a Ibarra de llevar a personas a golpear a su hija, además de asegurar de tener videos de lo sucedido.
El 8 de marzo, después de rendir declaraciones, el jugador fue trasladado al Reclusorio Oriente. Además, ese mismo día, la jueza Esperanza Medrano Ortiz informó que el ecuatoriano estaba acusado de “violencia familiar y tentativa de feminicidio” en contra de su pareja Lucely Estefanía Chalá.
El 10 de marzo, Lucely contó su versión de la historia en la revista TV Notas, en donde confirmó ser golpeada. “Fui de las pocas que tienen la suerte de quedar vivas”, señaló luego de señalar que su relación estaba basada en discusiones y peleas. Dos días después, la revista reveló los videos de la agresión.
Con todo en contra, sorprendentemente Ibarra libró la cárcel el 13 de marzo. En una audiencia, al futbolista ecuatoriano se le retiraron los cargos de tentativa de aborto y feminicidio. Esto, luego que de Chalá se retractó de sus declaraciones pasadas. “No me agredió físicamente. No me acuerdo haber dicho eso en la entrevista que me hicieron”, dice en un video filtrado por el periodista Carlos Jiménez.
A las 22:00 horas de ese día, Renato Ibarra salió del Reclusorio Oriente, en medio de un contingente de periodistas y camarógrafos. Abandonó las instalaciones juntó a sus familiares, bajo una serie de medidas cautelares.
De acuerdo con ESPN, Ibarra sólo fue vinculado a proceso por violencia familiar y prometió pagar para resarcir el daño. La condiciones fueron las siguientes: pagar un departamento de ocho millones de pesos, una pensión, mantenerse alejado de la demandante, tomar cursos de perspectiva de género sin posibilidad de salir del país y durante seis mes tendría que ir a firmar al Reclusorio Oriente.
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