El Dream Team había tenido su apogeo cuatro años antes con el oro en los Juegos Olímpicos de 1992, pero de todos modos el equipo de Estados Unidos que participó en el básquet durante 1996 tenía varias estrellas. Uno de los apellidos de peso que se repetía del histórico plantel de Barcelona era el de Charles Barkley, quien invitó a un amigo olímpico al hotel y casi impulsa involuntariamente una situación caótica.
Mark Henry, un legendario peleador de lucha libre, integrante del Salón de la Fama de la WWE, era por entonces representante del equipo olímpico norteamericano en levantamiento de pesa y visitó a Barkley durante la concentración en Atlanta. Michael Jordan no estuvo en la delegación, pero sí pasó de visita para encontrarse con sus compañeros de la NBA. En ese contexto, MJ conoció a Henry, aunque la primera impresión casi causa un desastre.
“Eran las Olimpiadas de 1996 y yo era amigo de Charles Barkley, Karl Malone y David Robinson, conocía personalmente a muchos de los jugadores del equipo olímpico de baloncesto, así que fui a verles. Estaba en el hall del hotel con Barkley cuando se acercó Michael y en lugar de saludar de decir ‘Hola, ¿Qué tal?, ¿Dónde vamos? ¿Qué hacés? ¿Jugamos a las cartas?’ o algo así dijo: ‘¿Quién eres tú?’. A lo que le respondí: ‘¿Quién carajo eres tú?’. Esa fue nuestra presentación”, rememoró Henry hace unos pocos días en un programa de Nueva York (Sirius XM Radio).
El denominado en una época “hombre más fuerte del mundo”, que finalizó 14° en su disciplina en esos JJOO, no se tomó para nada bien la frase de quien para ese momento había conseguido recientemente su cuarto anillo de NBA: “Tú no te acercas a Mark Henry y le hablas como si fuera un cualquiera. Yo soy alguien. Quizás no hago tanto dinero como tú, la gente no conoce mi nombre o quizás no vendo millones en zapatillas deportivas, pero si hubiera querido le habría apagado las luces en un abrir y cerrar de ojos. Suerte que Barkley calmó las aguas y obligó a Michael a disculparse, pero lo puse en su lugar”.
“Lo miré como si fuera a chasquear los dedos y sería como Thanos y él desaparecería”, retrató de manera humorística.
“A partir de entonces estuvo amable conmigo, pero sabes que nunca vas a volver a tener una primera impresión. Esa es la que cuenta. Después de aquello me invito a su fiesta de cumpleaños y al partido de las estrellas. Fui a su fiesta de cumpleaños y le estreché la mano y le felicité. Esa fue la última vez que volvimos a hablar”, culminó su anécdota el hombre que en 2018 se retiró de la lucha libre.
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