El capítulo más oscuro que han tenido los Gallos Blancos de Querétaro desde su fundación en 1950 ocurrió un día como este pero hace 33 años.
El equipo regresaba de jugar el partido de ida de la final de la Segunda División en el que habían empatado 0 a O contra los Correcaminos de la Universidad Autónoma de Tamaulipas.
Aquel día la lluvia caía intensamente sobre la carretera México-Piedras Negras y el chofer que trasladaba al equipo conducía a exceso de velocidad. Al llegar al kilómetro 67, entre las ciudades de Huizache y Matehuala, el conductor perdió el control del autobús y volcó violentamente sobre la carretera.
Los futbolistas Agustín Jiménez, Gerardo ‘Pillo’ Orona y René Moltavo no lograron sobrevivir al accidente. Hubo además 12 heridos graves, incluido el entrenador Luis Alvarado.
Antes de que llegaran las ambulancias el chofer del camión se dio a la fuga y nunca fue detenido. “Tuve la oportunidad de verlo, tenía los ojos desorbitados, no creía lo que había pasado y me preguntaba que qué hacía, yo le dije que era su decisión, ‘si quieres irte o si quieres esperarte, es tu decisión’, fue lo que le dije. La gente que empezó a llegar preguntaba por él, lo hubiesen linchado, fue una manera irresponsable de enfrentar la situación, pero dudo que hubiese sobrevivido a ella”, recordó el ex jugador Alejandro Palomares Martínez durante una entrevista para El Universal.
“Tratamos de sacar a los compañeros, pero Montalvo y Orona ya estaban muertos, no había nada que pudiéramos hacer”, detalló.
La final del torneo se pospuso hasta el 20 de mayo en el Estadio Corregidora de Querétaro, donde ambos equipos volvieron a quedar igualados (1-1) provocando que se abriera una nueva fecha. La tercera final se jugó el 23 de mayo en el Estadio Azteca. Sin embargo, el marcador terminó empatado por tercera vez consecutiva, aunque esa vez sí se definió el encuentro por la vía de los penales dándole el título definitivo a Correcaminos.
En cuanto a los Gallos Blancos a partir de ese momento la esperanza se esfumó por completo y la directiva despidió a varios jugadores y al técnico, quienes después demandaron al club por incumplimiento de contratos.
“Hubo tres jugadores que no fueron los mismos desde el accidente, se notaba en la cancha”, dijo Palomares Martínez.
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