Hay algo en el rostro de Lionel Messi que es un problema para muchos argentinos. Y hay algo de Diego Maradona que Messi envidia. Lo dice Simon Kuper, firma de referencia en el Financial Times, autor de múltiples libros en los que estudia al fútbol desde una perspectiva casi antropológica y con uno en proceso en el que busca explicar, entre otras cosas, el secreto de la genialidad de Messi.
“Es que él no es solo un mago o un genio, como dice la gente. Él es el que hace las cosas. ¿Cómo las hace, cómo las logra? Hay razones, funcionamientos, quiero saberlo exactamente”. dijo Kuper durante una entrevista con Infobae en la que analizó también la situación del deporte en medio de la crisis del coronavirus: el periodista y escritor cree que no habrá espectadores en los estadios hasta los umbrales de 2022.
“Vamos a tener un año y medio de partidos sin espectadores, a estadio vacío”, pronosticó Kuper, que tiene un fuerte vínculo con Argentina: conoció a su esposa en Buenos Aires, en las semanas posteriores al estallido de diciembre de 2001. Él ya escribía para el Financial Times, ella había sido enviada por el Wall Street Journal para intentar explicar qué estaba pasando en la tercera economía de América Latina.
Nacido en Uganda, Kuper vivió su infancia y adolescencia en Holanda y pasó años en Londres, Berlín y París, además de un tiempo en California. A los 50 años entiende y explica el mundo con la profundidad y sutileza que solo alcanzan aquellos que lo conocen a fondo por el simple hecho de haberlo vivido en persona. Y sabe mucho, pero mucho de fútbol.
- ¿Cómo se va a ver un estadio de fútbol una vez que esta crisis pase? ¿La gente se va a volver a juntar en los estadios?
- En dos años se va a ver como hoy, pero hasta que tengamos una vacuna lo último que vamos a recuperar es el fútbol en estadios repletos de gente. Lo penúltimo van a ser los restaurantes, y luego, bien al final, partidos de fútbol con 60.000 personas en la cancha. Vamos a tener un año y medio de partidos sin espectadores, a estadio vacío. Vamos a una sociedad mucho más higiénica, con gente llevando barbijos en el metro, quedándose en casa si tiene gripe, lavándose las manos, dejando de besar a los demás... Muchos de esos hábitos van a cambiar drásticamente.
- ¿Ve entonces un año y medio de estadios vacíos?
- Un ministro italiano dijo en estos días que no tendremos estadios llenos hasta que haya una vacuna, y se dice que para eso falta un año y medio. Así que es difícil imaginar cómo podríamos tener estadios llenos si no tenemos la vacuna contra el coronavirus.
- Hablamos de fútbol, pero esto involucra a todo el deporte. Torneos como Wimbledon o Roland Garros implican una tremenda aglomeración de gente...
- Así es, todos los deportes se celebrarán con las tribunas vacías por mucho más tiempo del que la gente piensa. Es perfectamente posible que tengas partidos de fútbol en septiembre y que los jugadores se contagien unos a otros el virus. Pero es gente en forma física, joven, es un riesgo asumible. Pero no lo es para 50.000 espectadores en el estadio.
- El gran deporte profesional se nutre, además, del dinero de la televisión y de los patrocinadores. Sin espectadores no sufriría demasiado en lo económico.
- Eso es cierto en el nivel más alto, pero no lo es en niveles más bajos del fútbol. La Premier, el Barcelona, el Real Madrid están bien, pero cuanto más bajas, más afectados se verán los clubes por la ausencia de espectadores. En toda crisis son los más débiles los que colapsan, en el fútbol también.
- Gianni Infantino, el presidente de la FIFA, dice que el fútbol debe cambiar, ser más chico, con menos equipos.
- Creo que esto lo quiere FIFA porque no obtiene nada del fútbol de clubes, es una pérdida de tiempo para ellos. Por eso es que quieren ligas locales más chicas, para poder organizar más torneos globales bajo su control y un Mundial de 48 participantes como el de 2026. La FIFA quiere hacer una Liga global de Naciones y ampliar el Mundial de Clubes. Pero la FIFA no es la entidad más poderosa, es solo una voz entre muchas más en el fútbol. Y aunque tiene dinero, necesita hacer dinero. Y su problema es que para el Mundial, que es de donde saca casi todo su dinero, faltan aún dos años y medio.
- ¿Hay algún deporte que pueda sufrir menos que otro en medio de estas restricciones?
- Todos los deportes van a sufrir, pero las carreras de caballos pueden seguir sin espectadores. Es un deporte casi sin contacto entre humanos, así que si tuviera que apostar mi dinero en un deporte en tiempos de coronavirus, sería ese.
- Está escribiendo un libro en el que tiene un gran protagonismo Lionel Messi, ¿es así?
- Estoy escribiendo un libro sobre el Barcelona. Decidí hacerlo porque el Barcelona me dio mucho acceso para conocer el club. Pude entrevistar a muchos dirigentes, a los nutricionistas, médicos, psicólogos, al ex entrenador Valverde... Y he entrevistado a muchos jugadores en estos años. Me interesa ver cómo se maneja a jugadores que son multimillonarios. Y otra parte del libro es Messi. Me interesa entender cómo hace lo que hace. No es solo un mago o un genio, como dice la gente. Él es el que hace las cosas. ¿Cómo las hace, cómo las logra? Hay razones, funcionamientos, quiero saberlo exactamente. Hablé con mucha gente que lo conoce muy bien, muy de cerca. Y aunque Messi a veces habla, hasta ahora no muestra ninguna intención de explicar su arte o su poder dentro del Barcelona. Y no está claro que pudiera hacerlo... Lo que busco en el libro es intentar entender a Messi siguiéndolo bien de cerca y escuchando a la gente que día a día lo ve más de cerca aún.
- Habla del poder de Messi en el Barcelona, ¿cuán grande es?
- Hace 15 años que está en el club, me interesa ver cómo se maneja eso, porque lo de Messi no sucedió ni con Maradona, ni con Cruyff ni con Ronaldinho. Y hay otro aspecto muy interesante de Messi: se convirtió en la persona más poderosa del club. ¿Cómo se organiza un club en torno a una sola persona que no es el presidente, pero tiene más poder que el presidente? También quiero saber eso. Y otro tema del libro es Cruyff, que es mi ídolo. Yo nací en Uganda, pero crecí en Holanda, creo que Cruyff es la personalidad más interesante de la historia del fútbol. ¿Quién era este hombre y cómo terminó creando al Barcelona?
- Es muy cierto, Messi es el mayor poder en el Barcelona. Pasó toda su carrera allí. ¿No es en algún momento aburrido, quizás incluso un error, pasar toda una carrera profesional en un mismo club cuando se es el mejor de todos?
- Si quieres ser bueno todas las semanas no puedes permitirte no llevar una vida aburrida. No puedes distraerte. Digamos que Messi se va al Manchester City. Es un nuevo país, con un nuevo colegio para sus hijos, nuevo idioma, nuevos compañeros de equipo... Ese tipo de transición no es compatible con ser el mejor de todos cada semana. Eligió vivir en Castelldefels, que es un lugar bastante aburrido. Casi no sale, no socializa, y dedica todas sus energías al fútbol. Barcelona es, por un lado, un gran club, y, por el otro, uno en el que lo dejan decidir. Imaginemos que se va al Bayern Munich: allí no tendría el poder que tiene en el Barcelona. Le sería muy difícil ser consistente si cambia de club. Es como Federer... Federer tiene una vida muy aburrida.
- Pero Federer casi no puede elegir dónde jugar, el 90 por ciento del circuito es obligadamente siempre el mismo para él. El tema con Messi en el Barcelona es que es una historia a veces repetitiva. Antes de Rusia hablamos de si Messi iba a jugar en Qatar 2022 con 35 años. ¿Lo ve en 2026, en un Mundial a los 39 años?
- Sí, es posible. Él es muy consciente de cómo envejece físicamente, y habló de eso cuando le entregaron en Balón de Oro en París. Está realmente dedicado al fútbol, no hace otra cosa. Si deja de jugar, ¿qué otra cosa haría? El hecho de que el final esté más cerca hace que él esté incluso más dedicado, más monotemático con el fútbol. Lo que será difícil para él es pretender jugar siempre como en el Barcelona. En la selección compartió equipo con Jonás Gutiérrez o Federico Fernández, dos jugadores que sabían que no debían estar ahí con Messi. Es muy difícil para él jugar con jugadores que no ven el pase, que no se la devuelven de primera, que no pueden hacer el uno-dos... Eso no lo hace feliz, por eso creo que será para él duro jugar en un equipo como Newell's.
- Es que eso es algo diferente, lo que él buscaría en Newell’s es sentir algo que hasta ahora no sintió en la ciudad que lo vio nacer y en la que aprendió a jugar. Y a la que ahora solo va de visita un par de veces al año.
- Entiendo... ¿Dirías que el acento de Messi es muy rosarino?
- Exactamente, su acento es rosarino, es mucho más preciso que decir que es argentino. No es nada porteño. Vuelvo a aquello que me dijo en 2018, lo de que veía a un Messi retrocediendo en el campo de juego con el paso de los años.
- Absolutamente, como un distribuidor, como un armador de juego. Esta marcando menos goles y tirando menos al arco porque Barcelona tampoco juega como antes. Se va convirtiendo progresivamente en un número 10 antes que en un delantero.
- Cuando ve la forma en que el Barcelona perdió las dos últimas Champions, ¿nota algún problema en especial en la mentalidad del equipo?
- Es que son un equipo viejo, no pueden cubrir la cancha como antes, no como lo hace el Liverpool. Messi era un muy buen defensor, ejercía una gran presión sobre los rivales, y ya no lo hace más. Y jugadores como Piqué y Busquet son los mejores en sus posiciones, pero también envejecieron. Perdieron a Neymar, es un equipo viejo, e incluso compra jugadores viejos. Si comparas al Barcelona con el Liverpool, cubren menos espacios. No sé si es una cuestión de motivación, aunque Messi sí cree que lo es, y tras la derrota con Liverpool criticó a sus compañeros por la falta de motivación. Debe tener que ver con que ganaron todos y van envejeciendo, pero es también una cuestión física.
- Pero a Messi también se le puede decir que no apareció en toda su dimensión en ciertos partidos críticos. Aquellos dos de las ultimas Champions, por ejemplo. ¿Lo ve así?
- No... La gente en Argentina siempre lo critica por su falta de motivación, algo que creo que es injusto, porque es un verdadero ganador, siempre quiere ganar. En el último Mundial corrió menos que ningún otro jugador de campo, caminaba, pero lo hacía viendo el juego y esperando su momento. También lo hace en el Barcelona. Cuando pierde, el rostro de Messi no ofrece pasión o sufrimiento, y entonces la gente cree que no le importa. Pero la verdad es que es un hombre que se enfurece cuando las cosas no salen bien, recordemos lo que le sucedió con Nicolás Burdisso. Los jugadores le tienen miedo.
- ¿Sus compañeros le tienen miedo a Messi?
- Sí.
- ¿Dice entonces en cierta forma que Messi no tiene la cara adecuada para el gusto argentino?
- Argentina es como Inglaterra. A la gente le gusta que el jugador transpire la camiseta, que muestre pasión. Maradona hacía eso mejor que nadie, pero no es ese el estilo de Messi para jugar al fútbol. Cuando Messi habla antes de los partidos habla poco y corto. Suele decir 'tranquilo, piensen, no se dejen llevar por la presión y la pasión del juego'. Para Messi, el fútbol es un deporte que se juega con la cabeza, un juego en el que hay que tomar la decisión correcta y pasar la pelota al espacio correcto. Para Messi el futbol no es una pasión desatada de correr y faltas enloquecidas. El problema de los argentinos con él es que cuando pierde no hace las cosas que los argentinos esperan que haga. Y en Barcelona, la única pasión que muestra es la de la alegría cuando marca un gol o cuando gana. Y también hay que decir que cuando vas al Camp Nou no encuentras nada de emoción, es lo opuesto a un estadio argentino.
- Exacto, en 16 años la hinchada del Barcelona no ha sido capaz de crear un cantito adecuado para homenajear al hombre que le hizo ganar como nunca...
- Exactamente.
- ¿Diría entonces que Messi juega al fútbol más con la cabeza y Maradona más con el corazón, y que los argentinos privilegian el corazón?
- A Messi le importa mucho lo que pasa, pero es discreto. Maradona era un solista, jugaba solo, y el gol ante Inglaterra es el mejor ejemplo: dame la pelota que yo arreglo todo. A Messi no le gusta eso, aunque tiene que hacerlo con Argentina. En 2014 hizo más gambetas que ningún otro jugador en el Mundial, pero esa no es la manera en la que le gusta jugar. El se hizo con un futbol de combinación, de pases, y le frustra que en Argentina no sea posible. A Maradona no le molestaba.
- ¿Hay algo que Messi envidie de Maradona?
- Creo que probablemente Messi envidia el estatus de Maradona entre los hinchas argentinos. A él le duele mucho que se le cuestione su identidad argentina y su amor por el país.
- Vamos a los Juegos Olímpicos. La explosión de casos en Japón una vez que se anunció la postergación de los Juegos es impactante. ¿Vamos a tener Juegos en julio y agosto de 2021 o los vamos a tener sin espectadores?
- Es muy buena pregunta. No tengo mucha fe en que vayamos a tener Juegos Olímpicos en Tokio el verano (boreal) del año que viene. Se los puede tener en julio de 2022, porque el Mundial es a fin de año, no sería un problema. Es cierto que hay Juegos de invierno en febrero de ese año, pero es mejor dos Juegos en un mismo años a no tener los de verano.
- ¿Es el final de la globalización deportiva? ¿Vamos a jugar solo en casa y con los equipos de países vecinos?
- No, la globalización deportiva va a volver. Va a haber una vacuna, pero quizás tarde dos años. Muchas cosas cambiarán. Muchas.
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