En pleno avance del coronavirus en Estados Unidos, el país que con el paso de los días se transformó en el epicentro de la pandemia con más de 1.200.000 contagios y más de 77.000 muertos, una de las competiciones más importantes del deporte puso en marcha su plan de reapertura de las instalaciones deportivas para que los equipos regresen a entrenarse bajo estrictos protocolos de seguridad.
Este viernes fueron dos las franquicias de la NBA las que habilitaron a algunos de sus jugadores para que practiquen en sus centros deportivos. Los Cleveland Cavaliers, uno de los peores conjuntos de la presente temporada, más los Portland Trail Blazers fueron los primeros equipos que saltaron el aislamiento que impulsó el comisionado Adam Silver desde el pasado 20 de marzo, día que se suspendieron todas las actividades relacionadas a la liga.
Uno de los que se atrevió a contar su experiencia cuando ingresó al Cleveland Clinic Courts en Ohio fue Kevin Love, una de las figuras de los Cavaliers, que en la temporada 2015-2016 se consagró campeón de la NBA junto a LeBron James. “Cuando llegué a una puerta lateral designada, me hicieron algunas preguntas sobre cómo me sentía, si alguien había estado enfermo en mi casa y sobre si habíamos seguido las pautas establecidas por la NBA y por cada Estado”, mencionó el alero en diálogo con la cadena ESPN.
Además de Love, otros tres jugadores fueron elegidos para el regreso de actividades en Cleveland. Ellos fueron Larry Nance Jr. , Cedi Osman y Ante Zizic. Es importante recordar que por los protocolos establecidos por la NBA, sólo se le permite estar en en el mismo espacio de práctica a cuatro compañeros al mismo tiempo y deben mantener una distancia de 3.5 metros entre ellos.
"Simplemente va a cambiar la forma, al menos en el futuro previsible, de no solo cómo interactuamos sino cómo vivimos en nuestra vida diaria. ¿Fue extraño para mí? Sí, lo fue", confesó Kevin Love a la prensa estadounidense.
¿Cómo fue la programación del entrenamiento para los jugadores? Una vez que ingresó al centro de entrenamiento, Love tuvo su propia media cancha para entrenar y un asistente del staff técnico, con una barbijo y guantes de protección, lo acompañó para pasarle el balón una vez que el jugador número 0 de los Cavaliers terminaba su sesión de disparos al aro. Muy cerca de la zona del tablero se encontraba una mesa con desinfectante, toallas, agua y fruta para la hidratación de los atletas.
“Me aseguré de que todo estuviera separado para que no hubiera contaminación cruzada entre los jugadores”, mencionó Love, que llevó su par de zapatillas desde su casa y fue el equipo el que le proporcionó la ropa de entrenamiento en una bolsa cerrada y dos balones exclusivos para su uso.
Una vez que finalizó la práctica, los jugadores no pudieron irse a duchar, ya que la NBA sólo autorizó el ingreso de los deportistas a la zona de canchas y sala de pesas. “Me cambié de ropa, salí de allí y me duché en casa”, contó Kevin Love.
Por último, el jugador de 31 años que se consagró campeón olímpico con la selección de los Estados Unidos en Londres 2012, expresó cómo vive en época de coronavirus. “Yo llevo 25 años jugando y este es el tiempo más largo que he pasado sin tocar un balón. Y realmente disfruto al volverlo a hacer. Me subió la dopamina y me sentí genial al entrar allí y sudar fuera de mis entrenamientos en casa o en una cinta de correr. Salir y tener una sensación de normalidad, salir a una cancha y lanzar unos tiros fue muy estimulante para mí”.
Sin una definición sobre la reanudación de la presente temporada, la NBA al menos ya inició el procedimiento para que los equipos empiezan a entrenarse de nuevo en sus centros.
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