Una de las mejores actuaciones de clubes mexicanos en la Copa Libertadores fue la de Cruz Azul en 2001. Con un equipo contundente, los celestes pasaron por encima de equipos emblemáticos como River Plate.
Ahora, a casi 20 años de la hazaña, Óscar “Conejo” Pérez recordó esos momentos emblemáticos, que pasaron a la historia de México. El ex portero, que defendió el arco cruzazulino en aquella ocasión, habló sobre su vivencia en el “Franjatón”, campaña del Club Puebla para apoyar al combate del coronavirus.
El ex futbolista contó cómo fue la vibra de los aficionados. “Lo que pasó en la Libertadores no lo he visto con otro equipo, el efecto que causó Cruz Azul, no quiero hablar de más, pero la gente se metió y parecía que estaba jugando la selección. El estadio Azteca se llenaba a más no poder”, apuntó.
Explicó que este impulso de la afición mexicana también fue por los equipos a los que se enfrentaron. Los cementeros eliminaron a Cerro Porteño en octavos de final, vencieron a River Plate y Rosario Central. Además, jugaron contra Boca Juniors en la final y, aunque se quedaron con el segundo lugar, pudieron ganar el partido de vuelta en la Bombonera con un gol de Francisco Palencia.
“Era espectacular, la gente se involucró de forma espectacular, fue una motivación y aliciente grande para encarar los juegos, hay que decirlo, nos tocaron equipos de jerarquía, importantes, con nombre, eso hizo que tuviera el efecto”, rememoró.
Además del “Conejo” y Juan Francisco Palencia, la plantilla de Cruz Azul estaba conformada por jugadores como Sergio Almaguer, Héctor Adomaitis, Julio Pinheiro y José “Saturnino” Cardozo. Sin embargo, con el paso de los años la presión de no conseguir el título de liga sigue creciendo, pero Óscar considera que el apoyo de la afición celeste sigue siendo el mismo.
“Creo que últimamente ha pasado mucho, se han hablado cosas, al final me parece que la afición más importante es la de Cruz Azul, pase lo que pase, con lo que hablan y dicen, el aficionado azul siempre está ahí, en momentos malos y buenos”, apuntó.
Ahora con 47 años y tras casi un año de su retiro de las canchas, el entrenador de arqueros de La Máquina señaló que le faltó un torneo más con el club con el que debutó. “Quizá volver a jugar con Cruz Azul en un torneo oficial, pero no podría reprochar nada porque me tocaron cosas extraordinarias”, aseguró.
“Jugué 25 años, pude ser campeón que era mi objetivo antes de retirarme, lo logré, entonces la verdad es que me fui tranquilo, quizá siendo muy exigente el poder volver a jugar con Cruz Azul, pero estoy muy contento con todo lo que viví”, agregó.
También recordó una anécdota con Jorge Campos rumbo a los Juegos Olímpicos de Atlanta 1996. Explicó que él era uno de los elegidos para ir a la justa junto a Oswaldo Sánchez, pero aprobaron la regla de permitir a tres mayores y ahí entró Jorge Campos como refuerzo, dejando fuera al Conejo.
Permitieron regla de los tres mayores y uno fue Jorge, fueron él y Oswaldo, fue triste porque ya faltaba como una semana, supuestamente éramos Oswaldo y yo, yo a la banca
No obstante, tuvo su revancha un año después cuando el Brody llegó a Cruz Azul. Ahora, el Conejo se quedó con la titularidad y ayudó para que la Máquina levantara título del Invierno 1997.
"Se la cobré al ‘Brody’ en 1997 (dijo entre risas). Éramos muchos arqueros, estaba Nicolás Navarro, Roberto Pérez, y yo, él estaba en la MLS y resulta que llega al final del torneo; a Nicolás y a mí nos empezaron a turnar en el torneo regular”, recordó.
Aunque reconoció que pensó mal en la última jornada cuando el técnico Luis Fernando Tena lo mandó a tribuna. Sin embargo, él fue el titular en la Liguilla y aseguró que "era una oportunidad de oro”.
“Nicolás a la banca y Jorge de delantero, fue mi primera Liguilla de titular y siendo campeón con Cruz Azul, agradecido con ellos, al final fue un gran grupo y siempre estuvieron ahí para aportar y apretarme en lo deportivo”, expresó.
“(Cruz Azul) es un equipo grande, importante, no pasa desapercibido, mucha gente a veces le da el sentido que quiere, pero para mí siempre será una gran institución. Hace poco se cuestionaba si era grande; lo es, le duela a quien le duela”, acotó.
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