Para los hinchas del fútbol argentino es inevitable asociar el nombre de Óscar Córdoba con el Boca Juniors dirigido por Carlos Bianchi en su primer ciclo. El arquero fue uno de las figuras de aquel legendario equipo con el que consiguió levantar seis trofeos, entre ellos dos Copas Libertadores y una Intercontinental. Sin embargo, la carrera del colombiano estuvo llena de hitos más allá del Xeneize, como sus pasos con el América de Cali, el Besiktas de Turquía y su Selección.
Córdoba defendió la camiseta del seleccionado cafetero en 73 encuentros oficiales, entre los que disputó dos Mundiales, una Copa Confederaciones, tres Copas América y cuatro ciclos de Eliminatorias sudamericanas. Fue así que en una entrevista, el portero recordó una anécdota que le tocó vivir en Estados Unidos 1994 luego de que la Tricolor haya quedado eliminada del certamen tras llegar como una de las candidatas el título.
“Es una sensación muy linda la de jugar un Mundial y de mucha responsabilidad. Siempre soñé con ser el mejor arquero del mundo y cuando termina la Copa del Mundo para nosotros, después del partido con Suiza (NdR: ganaron 2-0 pero quedaron últimos en su grupo), viene un periodista y me pregunta si podía tener una entrevista conmigo en la zona mixta. Yo le dije, con respeto, que sí con mucho gusto. Su primera pregunta fue ‘¿qué se siente ser el peor arquero del Mundial?’. Imagínate que uno llega al Mundial con la idea de ser el mejor arquero del torneo, de ser ovacionado, de ser respetado y esa es la primera pregunta que me hace un periodista. Y yo le dije que había ido con toda la intensión y la ilusión de ser el mejor arquero del mundo y si me voy como el peor arquero, algo hice mal”, rememoró ex futbolista de 50 años en diálogo con DirecTV Sports.
Consultado por cómo fue su reacción ante la pregunta ácida que recibió en aquel momento, Córdoba aseguró que no lo tomó de mala manera: “No me enojé, siempre entendí que hay preguntas y la respuesta es la que te condiciona si (la pregunta) es mala o es buena. Mucho respeto, él era una persona que estaba cumpliendo con su labor de periodista y yo le respondí desde lo personal, desde la ilusión con la que llegaba y con la desilusión que me iba. Me quedaba el resto de mi vida para reivindicarme”.
Más allá de no poder pasar la primera fase de aquel campeonato mundial, Colombia terminó con cinco goles en contra, la misma cantidad que Rumania que salió primera en su grupo; mientras que Rusia, Camerún, Corea del Sur, Grecia y Marruecos acabaron con su valla aún más vencida que la del arquero cafetero.
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