“¡Era una batalla de egos!”. Simple, conciso, sin rodeos. Charles Barkley fue parte de aquel mítico equipo denominado Dream Team que arrasó en los Juegos Olímpicos de 1992 y le dio la medalla dorada a Estados Unidos en básquet. Los mejores jugadores del mundo compartieron plantel para la cita en Barcelona y avanzaron hasta la corona sin ningún tipo de problema. Lo más jugoso de esa experiencia no estuvo ante las cámaras en cada presentación oficial. Cada detalle de importancia se dio en la intimidad de los entrenamientos, donde se disputaron los “mejores partidos de la historia”, según definió el propio Michael Jordan en el pasado.
“Fue fantástico. Lo más grandioso que experimenté en mi vida, porque tu me tenías a mí y a Karl Malone que éramos los mejores aleros del mundo, que nos matábamos cada día. Tenías a Michael, quien odiaba a Clyde Drexler y estaban tratando de matarse entre ellos”, recordó Barkley sobre los duelos personales en una entrevista con ESPN.
Barkley se desempeñaba en Phoenix Suns, Malone en Utah Jazz, Drexler en Portland Trail Blazers y Jordan, obviamente, en los Bulls. Aunque no eran los únicos enfrentamientos mano a mano: “Estaban David Robinson y Scottie Pippen tratando de probar quién era el mejor centro del mundo, se estaban tratando de matar entre ellos”, dijo sobre el símbolo de los San Antonio Spurs y el mítico integrante de Chicago.
“Luego tenías a Magic (Johnson) que estaba tratando de probar, ya que Scottie lo venía de derrotar en las finales, así que él quería revancha", señaló sobre la finales de 1991 que habían consagrado a los Bulls con un 4-1 en las finales tras derrota a los Lakers de Johnson.
De aquella delegación también eran parte Larry Bird (Boston Celtics), Patrick Ewing (New York Knicks), John Stockton (Utah Jazz), Chris Mullin (Golden State Warriors) y Christian Laettner (Universidad de Duke), el único universitario que formó parte de esa plantilla. En el camino hasta el oro, Estados Unidos aplastó a Angola (116-38), Croacia (103-70), Alemania (111-68), Brasil (127-83), España (122-81), Puerto Rico (115-77), Lituania (127-76) y nuevamente a Croacia en la final (117-85).
“Era la cosa más intensa. La gente habla como si hubiera sido un solo día, pero era en cada día. Tipos que estaban tratando de probar su valor. Fue fantástico por dos razones: porque estábamos tratando de matarnos entre nosotros; pero también fue fantástico porque una vez que el partido se acababa, regresábamos al hotel en el bus juntos y actuábamos como si nada hubiera pasado. Así de genial era", lo definió el hombre que fue elegido como MVP de la temporada 1993 de la NBA y MVP de All-Star Game de 1991.
Durante las últimas horas, se estrenaron los nuevos capítulos del documental The Last Dance que relata la última temporada del emblemático equipo de Chicago Bulls pero también tiene diferentes flashback de las figuras de la producción. En las entregas recientes, Jordan revivió la intimidad del Dream Team en Barcelona.
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