Pasaron tres meses desde que Gerard Piqué, presidente del Andorra, le comunicó al entrenador catalán Gabri García que no seguiría en su institución tras encadenar una racha de malos resultados.
El 25 de febrero le confirmaron la decisión. “Primeramente la dirección deportiva, pero luego también fue Piqué”, aseguró el ex futbolista del Barcelona, quien fue contratado para liderar al equipo desde la renovación de cero del mismo.
“Él tenía la última palabra”, aseguró en una entrevista a para RAC1, con respecto a que la decisión y la confirmación de su despido salió de la boca del defensor azulgrana. Si bien García aseguró que la relación personal quedó “bien”, reconoció que “profesionalmente me decepcionó” y que le costó “entender la decisión, una decisión que fue de Piqué, evidentemente”.
“Perdí esos tres partidos y entendieron que debían cesarme. Me dijeron que no me veían capaz de revertir la situación para meter al equipo en playoff”, explicó el técnico de 41 años y agregó: “Ese equipo se había hecho en dos semanas, estaba diseñado para jugar en Tercera e intentar luchar por el ascenso a Segunda B”.
Hay que recordar que el Andorra que compró Gerard Piqué a través de su grupo inversor Kosmos, se consagró campeón de la Primera Catalana y consiguió el ascenso directo a la Tercera División del fútbol español. Posteriormente, y tras un descenso administrativo del Reus, la directiva “Tricolor” abonó 452 mil euros y compró esa plaza y subió nuevamente de categoría, esta vez de forma administrativa.
El equipo catalán ya estaba en el Grupo III de la Segunda División B. Había ascendido dos veces en una misma temporada. “Entonces, al vernos en Segunda B, hasta a los jugadores que fichamos se les dijo que incluso podrían sufrir para no bajar”, recordó el ex entrenador español.
"En los primeros partidos se daba por hecho que el Andorra estaría en la zona baja de la tabla. Pero luego fuimos líderes durante cuatro jornadas y fuimos el tercer equipo de la tabla que más veces fue primero. No son números malos para un equipo que acababa de ascender y que llevaba 20 años sin estar en esa categoría”, remarcó.
El problema, consideró, fue que, "se llegó a pensar que subir de Segunda B a Segunda A era fácil... El club es lo que es”, sentenció. En su lugar llegó Nacho Castro, ex entrenador del Horta, en la Tercera División.
Hasta el parate por la pandemia de coronavirus, el Andorra se ubica noveno en el Grupo III a ocho puntos del Barcelona B (segundo) y a nueve del Castellón (líder).
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