La trágica muerte de Kobe Bryant fue un golpe al corazón de la NBA. También para los fanáticos de Los Ángeles Lakers, la franquicia a la que ayudó a ganar cinco campeonatos gracias a su capacidad atlética, a su ética de trabajo y su mentalidad competitiva que forjó intentando imitar a su héroe deportivo, ese que hizo gigante la historia con el número 23 como su capa protectora.
Al igual que para todos los amantes del básquet en el mundo, la desaparición de Kobe fue un mazazo para Michael Jordan. Pero exclusivamente para el hoy protagonista de la serie documental The Last Dance, la muerte de Bryant significó perder algo más que un rival. Y lo dejó en claro en su estremecedor discurso durante el Memorial que se realizó el pasado 24 de febrero en el Staples Center, la casa de los Lakers, en su honor y en el de su hija Gigi, que perdió la vida en un accidente aéreo junto a otros siete tripulantes.
“Kobe lo dejó todo en la cancha. Fue como mi hermano menor. Si esperan que hable de las comparaciones entre él y yo... Sólo quiero hablar de Kobe. Los pequeños hermanos siempre quieren meterse en tus cosas; en tus zapatos, tu closet. Quieren saber todos los detalles de la vida. Solía llamarme, escribirme, 23.30, 0.30, 3.30 en la mañana. Quería saber de movimientos, este chico tenía pasión, una pasión como nadie sabe. Si amas algo, si tienes una pasión fuerte, puedes ir al extremo, para tratar de intentarlo. Y Kobe Bryant fue una inspiración sobre la forma de querer jugar el juego, quería ser el mejor basquetbolista que podía ser. Bueno, yo quiero ser el mejor hermano mayor que puedo ser”, dijo Jordan mientras se le caían las lágrimas durante su discurso a menos de un mes del fallecimiento de su amigo.
Este domingo en los Estados Unidos se estrenaron nuevos capítulos del documental que repasa lo sucedido con los míticos Chicago Bulls de la década del 90. Con diferentes actores secundarios a lo largo de los años, Jordan fue el hombre central de la historia. Una que le sirvió a Kobe para enamorarse del deporte que luego protagonizó como pocos.
Bryant desembarcó en la NBA con 17 años y jugó su primer Juego de las Estrellas un año más tarde, a los 18. Fue titular en aquella recordada edición de 1998 que se disputó en el Madison Square Garden, el que en principio iba a ser el último de Jordan. Esa fue una oportunidad valiosa que Kobe no desaprovechó.
“A ese punto, Michael, para muchos incluído para mí, tenía una pregunta sobre su clásico tiro en suspensión y le pregunté sobre eso. Y él me dio una explicación con mucho detalle sobre eso. Pero al mismo tiempo me dijo ‘Si necesitas algo, llamame’”, relata Bryant en un fragmento del capítulo 5 de The Last Dance, que fue especialmente dedicado en su honor con una plaza al comienzo titulada “en la amorosa memoria de Kobe Bryant”.
Poco se sabía de su estrecha relación hasta que Jordan pidió ser orador en el homenaje que se le realizó al histórico número 8 y 24 de los Lakers. Con el paso del tiempo, mucho más tras el segundo y último retiro de MJ de la NBA, ambos se convirtieron en grandes amigos. Es más, forjaron una relación mucho más íntima, de hermanos, como ellos se encargaron de decir.
“Es mi hermano mayor… Yo realmente detesto cuando hay debates sobre quién habría ganado duelos de uno contra uno… O cuando un fanático me dice ‘Hey Kobe, vos le habría ganado a él en el uno contra uno…’ Y yo siento que ‘Hey, todo lo que obtuviste de mí es por él’”, dice en su incursión en el documental. Al mismo tiempo que dejó una frase que quedará guardada para siempre en el baúl de los recuerdos de la vida de Kobe.
“Yo no habría conseguido cinco campeonatos sin él. Porque él me guió tanto, me dio tantos grandes consejos”.
La historia marca que Kobe Bryant grabó su incursión en la serie el año pasado. Fue a principios de julio, justo después de haberle entregado un premio a Bill Russell, uno de los grandes jugadores de la historia de la NBA y múltiple campeón con los Boston Celtics entre la década del 50 y 60. La sesión de grabación se realizó en su oficina ubicada en la localidad de Costa Mesa, California.
Una vez que se confirmó la fecha primaria de salida del documental, establecida para principios de junio en paralelo con las finales de la NBA, el personal a cargo de la post producción comenzó a editar los episodios. El destino quiso que, sólo una semana antes del trágico accidente que mató a Kobe, el capítulo 5 que lo tuvo como protagonista al comienzo terminó de ser editado. Más allá de la placa inicial en homenaje, el capítulo no tuvo ninguna otra modificación.
La historia entre Jordan y Kobe Bryant quedó marcada desde la primera vez que se vieron en una cancha. Uno ayudó al otro a superarse, ser mejor y quedar entre los más grandes de la historia. Porque a pesar de que todos los querían ver enfrentados, ellos convirtieron esa pasión por el juego en una amistad inquebrantable.
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