Tras la salida a la luz de los primeros capítulos de The Last Dance, el documental que cuenta el apogeo de los Chicago Bulls y la obtención de su sexto anillo, volvió a quedar en el centro de la escena las actitudes hostiles de Michael Jordan hacia algunos compañeros. Este es el caso de Will Perdue, integrante de la franquicia de Illinois entre 1988 y 1995.
El pivot, durante una entrevista con Fansided, contó detalles del bullying que sufrió apenas arribó a la institución y el apodo que le puso MJ. No obstante, luego aclaró que a base de esfuerzo y sacrificio en los entrenamientos y partidos logró revertir el pensamiento de la principal estrella del equipo.
“Me dio vergüenza desde el principio”, comenzó su relato el oriundo de Florida. “Michael sólo sabía dos cosas: la ACC (La Atlantic Coast Conference), porque allí jugaba, y los Big Ten, porque en los años 80 sólo se veía el baloncesto local. Cuando me reclutan y ve el apellido Perdue me miró como si ese tipo no fuera lo suficientemente bueno como para jugar en Perdue, así que lo llamaré Will Vanderbilt. Casi nunca me vio jugar, no sabía mucho sobre mí e hizo una declaración a ciegas. No necesariamente lo tomé personalmente, pero me dolió un poco”, comentó.
Jordan consideraba que el nivel de juego de su nuevo compañero no era digno de tener el mismo apellido de uno de los mejores equipos universitarios de esa época. Los mandatarios de los Bulls no tenían el mismo pensamiento, ya que hicieron una fuerte apuesta por él al elegirlo en el puesto once del Draft de 1988.
“Seguí trabajando. Creo que vio mi ética de trabajo. Siempre estaba en el gimnasio, en la sala de pesas y no retrocedía. Acepté su desafío, seguí practicando duro y, a medida que comencé a jugar lentamente, comencé a construir una confianza”, manifestó el interior, quien contribuyó para ganar el primer three peat en la historia de la franquicia.
Perdue, con características distintas a Bill Cartwright, supo ganarse un lugar dentro de la consideración de Phil Jackson. Durante la obtención de los primeros 3 anillos promedió 13 minutos por juego y fue de la partida en 26 ocasiones.
Horace Grant, una de las máximas figuras de aquel equipo, develó en febrero de 2015 que Michale Jordan una vez llegó a tomarse a golpes de puño con Perdue. “Nuestros entrenamientos eran bestiales. Phil Jackson , para llevarlo todo al límite, ponía a Jordan en el equipo de los suplentes y a Scottie Pippen y a mí en el de los titulares. Eso para Jordan, con su carácter, era… inimaginable. Había peleas, se lanzaban puñetazos… de todo. Al menos no estaban siempre por ahí los periodistas como pasa ahora. Una vez Will Perdue le puso un bloqueo ilegal a Jordan y este le dijo que no volviera a hacerlo. Pero Phil Jackson insistió en que repitiéramos los movimientos y Michael se lanzó contra Will, y boom. Corrimos a agarrar a Will para que no hiciera daño a Jordan. Al día siguiente en el avión, tenía todo el ojo morado”.
Pese a este duro comienzo entre ambos, él valora y destaca la figura de MJ: “Me di cuenta de inmediato, me refiero a la primera práctica en el campo de entrenamiento en octubre de 1988, que era de una raza diferente. Una cosa es escuchar las historias, pero experimentarlas de primera mano… Este tipo quiere ganar cada ejercicio, cada juego de disparos, cada golpe de gracia. Nunca había experimentado algo así. Me hizo más competitivo, me hizo un trabajador más duro, me hizo comprender cuál era la definición de intensidad. También me ayudó a respetarlo mucho más porque no creo que la gente se dé cuenta de lo difícil que es ser tan bueno todo el tiempo”.
Tras ser incluido en un intercambio para obtener a Dennis Rodman, Perdue desembarcó en San Antonio Spurs, donde consiguió el cuarto anillo de campeonato de su carrera en 1999.
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