Hace apenas dos semanas Netflix estrenó los primeros episodios de The Last Dance, el documental que repasa los años de gloria de Chicago Bulls, la franquicia de la NBA que dominó el baloncesto estadounidense durante la década del 90 y que ganó seis anillos. Los últimos episodios se centraron en Dennis Rodman, el jugador más polémico de la época.
Quien había sido una de las piezas claves de los Pistons se sumó al equipo de Jordan y se adaptó de inmediato, pero sus locuras nunca se apagaron. “Cuando termina la práctica, Phil (Jackson) me llama y me dice ‘Dennis quiere decirte algo...’ Y cuando Dennis quería decirle algo yo sabía que era algo que no quería escuchar”, dice Jordan en uno de los fragmentos del documental.
“Entonces, Dennis dice ‘Necesito unas vacaciones’... lo miro a Phil y le digo... ‘¿Qué quieres decir con vacaciones?’, y él me dice ‘Dice que necesita unas vacaciones, un tiempo libre para perderse’... Phil, déjame decirte algo. Si él necesita unas malditas vacaciones, yo también las necesito... Lo miramos y le decimos ‘¿Dennis que querés hacer?’ y él dice ‘Necesito ir a Las Vegas’”, sumó Michael al relato de la situación que vivieron los tres tras un entrenamiento.
“Entonces le digo a Phil. 'Si lo dejas ir de vacaciones, no lo vamos a ver. Si lo dejamos ir a Las Vegas, no hay duda que no lo volveremos a ver”.
Ese permiso de dos días para desconectarse que le había otorgado el capitán del equipo y su entrenador se transformaron en 40 horas más alejado del núcleo del equipo para Rodman. Durante ese tiempo realizó una gira por bares, clubes nocturnos, mucho alcohol, fiestas y pocas horas de sueño para Dennis en Las Vegas.
Esto fue descubierto por su hijo esta semana, quien confesó en un vivo de Instagram que no tenía idea de aquel episodio: “Sabía todo lo demás, pero no eso”, dijo DJ Rodman entre risas. Y agregó: “No sabía que podías hacer eso. No sabía que podías acercarte a tu entrenador y decir: ‘Hola, necesito unas vacaciones’”.
Es que el episodio fue realmente sorprendente. Permitirle a un deportista abandonar el equipo para irse de fiesta y luego volver a trabajar normalmente, como si nada hubiese sucedido, es más que llamativo. Pero el contexto, ayuda a comprender la autorización de Jackson, quien podría prescindir de Rodman en esa semana para tenerlo de la mejor manera física y mental más adelante, en los partidos definitorios.
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