Lentamente, la pelota vuelve a rodar en distintas partes del planeta. La liga de fútbol profesional de Corea del Sur (denominada como K-League) empezará a disputarse a partir del próximo 8 de mayo, dos meses después de la fecha que estaba preestablecida. En su momento, el torneo se postergó cinco días antes del comienzo a raíz del coronavirus.
Esta medida, que fue adoptada este viernes durante una reunión celebrada en Seúl entre los encargados de la competición y los dirigentes de los clubes, afecta a las dos divisiones que componen el fútbol surcoreano. En la categoría superior hay 12 equipos, mientras que en la segunda división compiten 10 entidades.
Vale mencionar que Corea del Sur fue uno de los países fuera de China que se vio más afectado en el inicio de la crisis sanitaria mundial a raíz del COVID-19. Aunque lleva un acumulado de más de 10.700 casos positivos (fallecieron 240 personas), la situación mermó en el último tiempo. Desde hace 6 días que los casos diarios no superan los 15 por día.
Por tal razón, el pasado domingo el Gobierno permitió la reanudación de competiciones deportivas al aire libre, aunque sin la asistencia de espectadores. De este modo, los clubes que comprenden la K-League, que desde marzo tenían permiso para entrenar, podrán disputar amistosos a partir de esta semana.
El partido inaugural, que en un principio estaba estipulado para el 29 de febrero pero que se canceló 5 días antes por la propagación del coronavirus en la región, será entre el Jeonbuk Hyundai Motors, que viene de ganar los tres últimos títulos, y el Suwon Samsung Bluewings. El escenario será el Estadio de la Copa Mundial de Jeonju, a 240 kilómetros al sur de Seúl, la capital del país.
Debido a este retraso de dos meses, la primera división optó por recortar la cantidad de partidos y así reducir el calendario. La primera ronda se disputará con normalidad, mientras que se bajará la cantidad de partidos en la segunda. En total se disputarán 27 encuentros, en vez de 38.
* con información de EFE
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