El cruce entre Mike Tyson y Brad Pitt ocurrió en 1989, cuando el boxeador era una megaestrella del deporte mundial y el joven actor de Hollywood comenzaba a dar sus primeros pasos en la pantalla grande. Lo que podría haber sido un encuentro amistoso entre ambas figuras, en realidad ocurrió lleno de tensión y al borde de lo que pudo haber sido una pelea.
Quien contó la anécdota fue el deportista hace ya ocho años en el talk show de Conan y luego la repitió en varias oportunidades. Esta semana se viralizó en las redes el momento en el que recordó la anécdota en el programa de televisión The Real, en 2016. En ese entonces, Pitt era una estrella consagrada y él un ex púgil.
Las dos estadounidenses se encontraron en la puerta de la casa de Robin Givens, quien ya se había divorciado de Tyson, pero, según el ex campeón mundial de los pesados, seguían viéndose algunas noches para tener sexo. Ese día, Mike decidió apersonarse sin avisar y se encontró con ella de la mano del actor.
"Tenía que ir a la oficina de mi abogado, pero quise pasar por la casa de Robin para un ‘rapidito’. Qué puedo decir, yo era joven y la extrañaba”, reconoció el ex púgil, quien confesó: “Yo estaba en un coma emocional. Habían tomado mi corazón y lo aplastaron, todo eso me dejó completamente abrumado. No tenía energías para pelear ni nada”.
Parte de esta historia también la contó en su autobiografía, La verdad indiscutida: "Brad (Pitt) debió haber estado ebrio o algo, pero me imploraba que no le pegara y me decía que solo estaban repasando un libreto”, apuntó.
Lo cierto es que en 2018, durante su participación en el programa de TV The Wendy Show, Givens, quien denunció por abuso a su ex esposo, desmintió que el actor hubiera rogado por su vida: “No, eso jamás pasó. Y tampoco es cierto que la relación no funcionara por culpa de Tyson”. Allí explicó que ambos se tomaban muy en serio su trabajo y que habían decidido repasar unos guiones en su casa para no ser molestados por los fans en la calle. Igualmente, la relación entre Givens y Pitt no prosperó y apenas duró algunas citas.
Por su parte, el ex boxeador, que actualmente encabeza un proyecto de cultivo de cannabis en California, nunca mostró rencor por lo ocurrido aquella noche: "No estoy enojado con Brad, de ninguna manera. Claramente no le guardo rencor, porque, si así fuese, ya no estaría vivo”, culminó entre risas.
MÁS SOBRE ESTE TEMA: