Una de las disciplinas que más se resistió a suspender su actividad en pleno avance del coronavirus fue la UFC, la empresa líder de las artes marciales mixtas (MMA), que intentó llevar su evento a una isla para no tener que postergarlo. Esto generó mucha polémica, aunque no tanto como ahora, que se conoció que un luchador que había acusado una lesión para no participar del próximo evento en realidad estaba contagiado del COVID-19.
Se trata de Lyman Good, peleador de 34 años, ha confesado que dio positivo de coronavirus antes de que se suspendiera el UFC 249, el evento en el que iba a pelear contra Belal Muhammad en el peso welter.
“Aunque dije que se debió a una lesión, en realidad fue porque había dado positivo por COVID-19. Tan pronto como me enteré, se lo hice saber a mi entorno. Mi verdadera preocupación eran mis compañeros de equipo, mis entrenadores y cualquier persona con la que tuve contacto. Dios no lo quiera, que se contagien, lo propaguen, y alguien más enferme. Me sentiría responsable”, explicó en diálogo con ESPN.
Sobre la aparición de los síntomas, el peleador apodado ‘American Cyborg’ dijo que se sintió una debilidad que jamás había sentido: “Como luchadores, estamos preparados para entrenar siempre. Si contraemos un resfriado o pequeñas lesiones persistentes, estamos entrenados para pelear más o menos. Al principio pensé que era sólo eso. Pero hubo un día en que mi cuerpo no respondía de la forma en que normalmente lo hace.”
El escándalo se desata porque la firma con mayor prestigio en las MMA sabía que Good estaba infectado y decidió seguir adelante con la organización del evento que estaba previsto para el 18 de abril en el Barclays Center en Brooklyn (Nueva York). Ese peleador anunció a primeros de abril que no podría competir por una lesión, mientras la UFC buscaba una nueva ubicación para celebrar sus peleas. Su dueño, Dana White, llegó a buscar una pensar en una isla privada pero finalmente Disney, propietario de ESPN y dueño de los derechos del evento, forzó la cancelación.
Afortunadamente Lyman Good, que debutó en la UFC en 2015, ya se encuentra bien y no tuvo que ir al hospital. Se puso en cuarentena en su casa tan pronto como descubrió que tenía el virus. De todas formas, su novia Elena Bulgor y uno de sus entrenadores también dieron positivo de COVID-19.
Según dijo a ESPN, ya se hizo una prueba nuevamente para donar sus anticuerpos, con la esperanza de ayudar a otros que sufren el coronavirus.
Por su parte, la UFC canceló su evento en Lincoln programado para este sábado 25 de abril y el de Oklahoma City del 2 de mayo, pero aún sostiene que el 9 de mayo se pueda realizar el UFC 249 que quedó pendiente.
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