Hace apenas dos semanas, el estado de salud del ex arquero del Barcelona Rustu Recber fue crítico luego de contraer coronavirus. “Tuvo fiebre durante días y horas. Síntomas extraños que no se han experimentado, sentido o visto antes. Padeció una fuerte debilidad, fatiga, pérdida de apetito. La piel se le volvió gris, como los labios. Respiraba rápido y tenía dificultad para hacerlo, además de una tos que no terminaba. Tampoco hablaba, tenía el pulso irregular. Está encomendado a los médicos. Por favor, no dejen de rezar por él”, contó Isil, su esposa.
El tiempo pasó y el hombre que fue gran protagonista de la histórica selección de Turquía que se subió al podio en el Mundial de Corea-Japón 2002, se recuperó el virus COVID-19 que puso en jaque su vida. Tras estar internado en el hospital Kavacık Medistate, de Estambul, el ex futbolista de 46 años luego fue derivado al Maslak Acıbadem, ubicado en Sarıyer, un distrito de la capital de Turquía, donde finalmente fue dado de alta.
En las últimas horas, y luego de expresar que su cuerpo todavía está debilitado porque tuvo que atravesar un tratamiento muy intenso, Rustu confirmó que uno de sus ex equipos estuvo pendiente de su caso y lo ayudó durante el duro proceso de recuperación. “No olvidaré todo lo que el Barça hizo por mí cuando me moría por el coronavirus. Me dio la vida”, comentó el arquero que fue adquirido por el Barcelona para disputar la temporada 2003-2004 en una entrevista que le concedió al periódico AS, de España.
“Me dieron un gran apoyo durante y después de mi enfermedad. En particular, Carlos Naval y Chemi Teres me transmitieron los buenos deseos del presidente y del club. En momentos como estos, los pequeños detalles no deben ser olvidados”, agregó Recber.
¿Quiénes son las dos personas que se encargaron de seguir la recuperación del futbolista con más presencias en la historia de la selección turca? Naval es un eterno colaborador de los planteles del Barcelona. Hace más de treinta años que trabaja como delegado del primer equipo, siendo la referencia del club dentro del campo de juego en los partidos oficiales. Por su parte, Teres es en la actualidad el encargado del departamento de comunicación global de la institución culé. En la época que el arquero se incorporó al conjunto blaugrana, Chemi era el jefe de prensa del plantel.
“Quiero expresar mi infinito agradecimiento a todos, especialmente al señor Bartomeu. Siempre estoy a disposición del Barcelona”, dijo Rustu sobre el cálido gesto que tuvo el club catalán en uno de los peores momentos de su vida.
Es importante recordar que la carrera de Rustu Recber se hizo famosa en la Copa del Mundo de Corea-Japón en 2002. Con aquella recordada selección de Turquía dirigida por Senol Günes, y que también tenía como estrellas a Hakan Sükür y a Hasan Sas, el seleccionado europeo se transformó en una de las sensaciones del Mundial que se disputó en territorio asiático. Tras perder con Brasil en las semifinales, le ganó a Corea el partido por el tercer puesto para lograr su mejor actuación en la historia de los Mundiales de fútbol.
Luego de ser elegido uno de los mejores porteros del planeta gracias a su actuación en el máximo torneo de selecciones, el Barcelona adquirió el pase de Rustu para que fuera titular, pero su estadía en la ciudad española fue muy corta: una lesión en plena temporada lo privó de ser tenido en cuenta por Frank Rijkaard, que se decidió por un joven Víctor Valdés.
“Fue una temporada única para mí y para los míos. Estoy orgulloso de haber formado parte de esta gran familia. Es algo único de verdad. El día a día allí es muy especial y es difícil que algún día se me borre de la mente. La gente es fabulosa y cariñosa. Jamás podría decirte algo malo de esa experiencia”, recordó el ex jugador turco.
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