Luego de casi dos años sin novedades, el caso denominado FIFA Gate ha sumado un nuevo capítulo en los tribunales de Brooklyn cuando la fiscalía publicó nuevas denuncias vinculadas a la causa que estalló en 2015 y desnudó los oscuros manejos que existían dentro de la Casa Madre del fútbol mundial.
Por primera vez se apuntó formalmente al pago de sobornos por parte de dos países: Rusia y Qatar, elegidos como sedes de las competiciones más codiciadas del planeta. Según reveló el periodista especializado Ken Bensinger, hubo dirigentes latinoamericanos que recibieron millones de dólares para votar a estas dos naciones como sedes de los Mundiales de 2018 y 2022.
En este contexto, el ex presidente de la entidad internacional, quien también ha sido investigado por su presunta administración fraudulenta, Joseph Blatter, advirtió que “Estados Unidos podría organizar la Copa del Mundo en 2022, en lugar de 2026”. “¡Son capaces, no es ciencia ficción! Japón también podría hacerlo. Ambos se ofrecieron para organizarlo”, enfatizó el ex funcionario cuando fue consultado por el periódico alemán Bild.
“Afortunadamente, la Copa del Mundo 2022 solo tendrá 32 equipos y no 48 como había planeado Gianni Infantino. El esfuerzo organizativo no sería mayor que el de 2018″, argumentó el suizo y aclaró: “Alemania también podría hacerlo. Pero esto significaría que la Copa del Mundo se organizaría nuevamente en Europa después del año 2018”.
En el marco del escándalo FIFA, que estalló en 2015, el gobierno estadounidense ha acusado a un total de 45 personas y a varias empresas deportivas de más de 90 delitos, como pagar o aceptar más de 200 millones de dólares en sobornos.
De los 45 acusados, cinco han fallecido. Un total de 22 se declararon culpables, y de ellos sólo seis han sido sentenciados. Una docena aún están en sus países, donde fueron procesados por la justicia local o están en libertad mientras combaten la extradición. Solo fueron a juicio tres jerarcas que se declararon inocentes. El ex jefe del fútbol brasileño José Maria Marín y el ex jefe de la Conmebol, el paraguayo Juan Ángel Napout, fueron hallados culpables y condenados a penas de prisión, mientras que el ex jefe del fútbol peruano Manuel Burga fue absuelto.
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