La junta directiva del FC Barcelona informó a su conclusión de que emprenderá “acciones penales” contra el empresario Emili Rousaud, quien hace una semana era vicepresidente institucional, y que tras su dimisión lanzó sospechas acerca de que en el club catalán alguien podría “haber metido la mano en la caja”.
“El FC Barcelona no puede tolerar acusaciones que perjudican gravemente la imagen de la institución. La acción penal que se interpondrá es en defensa de la honorabilidad del club y de sus trabajadores. Por otra parte, estas manifestaciones se realizaron sabiendo de la existencia de una auditoría en curso que ha de poner el punto final a esta cuestión”, señaló el comunicado del club.
Rousaud fue uno de los seis directivos que presentó la dimisión (Enrique Tombas, Silvio Elías, Josep Pont, Maria Teixidor y Jordi Calsamiglia, los demás), después de que el presidente Josep Maria Bartomeu invitase a tres de ellos a abandonar la directiva porque entendía que no sintonizaban con la idea mayoritaria del colectivo.
“Ante las graves e infundadas acusaciones formuladas por el señor Emili Rousaud, ex vicepresidente institucional del club, en varias entrevistas a medios de comunicación, la Junta Directiva niega categóricamente cualquier acción susceptible de ser calificada de corrupción y, en consecuencia, ha acordado interponer la correspondiente acción penal”, sentencia el comunicado.
El conflicto tiene su origen en el ‘Barçagate’, un caso en el que se destapó que el club había contratado a una empresa (I3 Ventures) para ofrecer una versión positiva de la acción de la dirigencia en las redes sociales, pero que, a falta de la auditoría, el Barcelona habría pagado el servicio a precio fuera de mercado, como así apunta una información publicada por el diario ‘Sport’.
El conocimiento de esta actividad y del sobrecoste (un millón de euros) y el pago realizado (en facturas por debajo de los doscientos mil euros para evitar el control de los directivos) llevó a un grupo de miembros de la junta a cuestionar a Bartomeu y tensar la relación e, incluso, a pedirle que avanzara las elecciones, hasta que éste invitó a tres de ellos a salir de la junta.
Después de haber presentado la dimisión, Rousaud se erigió en el portavoz de los dimitidos, lanzando sospechas de robo por estos contratos con la empresa I3 Ventures, posición que no contó con el respaldo de los directivos que abandonaron el club.
Sobre la remodelación de funciones, la junta aprobó que Jordi Moix pase a ser el vicepresidente económico y patrimonial, Pau Vilanova, nuevo vicepresidente institucional, Oriol Tomàs, vicepresidente del área comercial, Marta Plana, secretaria de la junta directiva, y David Bellver, nuevo tesorero.
Además, Javier Bordas será el directivo responsable del primer equipo, mientras que Xavier Vilajoana se encargará del Barça B, del Juvenil, del fútbol formativo y del fútbol femenino.
“Esta remodelación de la junta directiva tiene como objetivo ya no sólo fijar un nuevo plan para superar las consecuencias de la crisis sanitaria que estamos viviendo, sino también para culminar todas las acciones prioritarias correspondientes al programa de gobierno iniciado en 2010 y al Plan Estratégico 2015-2021. Se trata de retos muy exigentes, y de una trascendencia extraordinaria para el presente y para el futuro de la entidad”, añadió el comunicado.
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